Rue20 Español/ Rabat
El presidente tunecino Kais Saied ha hecho comentarios extremadamente odiosos y racistas contra los inmigrantes africanos que llegan a su país camino de Europa.
Tras fustigar y hacer comentarios racistas contra los inmigrantes africanos, que buscan refugio en Europa a causa de la pobreza, el hambre y los conflictos en sus países, el presidente tunecino llegó a decir que los africanos eran la causa de la mayoría de los problemas de Túnez, tratando de «africanizarlo» y alejarlo de su «arabidad».
En Marruecos, donde los emigrantes africanos gozan de plenos derechos sociales y están integrados en el tejido social del Reino, estas declaraciones han provocado una inmensa consternación y un rechazo visceral de los comentarios del presidente tunecino contra los ciudadanos africanos que buscan legítimamente un futuro mejor para ellos y sus hijos.
El ciudadano marroquí, si bien no tiene la costumbre de inmiscuirse en los asuntos de un país, ha sido violentamente sacudido por las declaraciones racistas y execrables del Presidente tunecino.
No es ético dejar pasar esta cólera ensordecedora de las naciones africanas por los comentarios difamatorios del presidente Saied. Callar es el principio del compromiso.
El presidente tunecino, profesor universitario como es, no debería ignorar el hecho de que la migración es un enriquecimiento para la sociedad de acogida y el hecho de que afirme que los africanos son la causa principal de los problemas de Túnez demuestra una grave ignorancia de la realidad tunecina.
Decir que los emigrantes pretenden «africanizar» Túnez y alejarla de su «arabidad» es otra aberración sin nombre.
Con un vistazo al mapamundi, el autor de estas declaraciones se habría dado cuenta de que Túnez ya está en el continente africano. Es tan africano como Níger, Congo o Tanzania.