Rue20 Español/ Antofagasta (Chile)
Francisco Javier Villegas
Los viajes son siempre atrevimiento para saber del mundo, así como también, son realidades que se asumen con vitalidad y con pleno coraje para lo que podemos conocer y lo que lleva de misterio implícito.
Los viajes nos sirven para aprender y para arroparnos con el mundo y nos fascinan por todo lo que eso conlleva. Por esa razón, el viajero y fotógrafo, Nelson González Arancibia, nos ofrece en su brillante iniciativa denominada “Retratos de viaje”, lo que merece como propósito y como fuente de conocimiento: generar un libro de vida y de viajes a partir de los relatos de una multiplicidad de personas, de distintos lugares del mundo, que pasan por Antofagasta, una ciudad que es antesala del gran Desierto de Atacama.
Dando cabida a esos viajeros, en su propio hogar, el fotógrafo González, despliega una bitácora de trabajo a través de la recepción, comprensión cultural, comunicación y entrevistas de entusiasmados excursionistas y viajantes que solo requieren un tiempo único para aprender de los lugares por los cuales van explorando e inspirándose, a la vez.
Son personas que, por lo demás, disfrutan lo que hacen y aman el hecho de estar en contacto con regiones alejadas y con personas que se comunican en otras lenguas.
La labor cultural del artista Nelson González, cuyo proyecto es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Fondart Regional, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Gobierno de Chile, deriva en un espacio que, ahora, es nuestro ojo ante el mundo.
La página web del proyecto retratosdeviaje.cl y el canal de YouTube de su medio colaborador @behindatrip, son una prolongación de los mismos viajes puesto que se extienden, delante de nosotros. Así se constituyen en una parte de la composición visual de esas travesías y nos permiten tener un fragmento de esos paisajes así como del legítimo sentimiento de descubrir instantáneas, ropajes, comidas, anécdotas o conversaciones.
La composición artística de González, desde sus cápsulas de relatos, es una selección disímil y curiosa; imaginativa y precisa, puesto que la perspectiva de su proyecto es la selección de los viajeros, la recepción en el hogar, acompañar la hospitalidad y generar acogida, a quienes se han atrevido a tener una travesía, desde distintos lugares del mundo.
Por eso, también, hay relatos de personas que proceden de países tan distantes como Francia, Perú, Guadalupe, Turquía, Rusia, Egipto, Pakistán o Vietnam, entre otros lugares.
En síntesis, son más de 100 retratos de viaje, elaborados por este fotógrafo tocopillano, que nos transportan a conocer, aunque sea fragmentadamente, el color de la vida viajera. Nos invitan a conocer las escenas que más les han impresionado y la forma de cómo entusiasmar a otros a seguir generando el hilo del peregrinaje, que no es turismo; sino, aprendizaje.
Cada jornada, cada periplo u odisea es una iluminación que pone énfasis en la humildad y en el estilo, en la vitalidad y en el mejor aspecto de los seres humanos cuando disfrutan de un tiempo único, ya sea por capricho, obsesión o necesidad.