Rue20 Español/ Casablanca
Lhaj Ahmed Ali
Los 74 puntos de la Declaración Conjunta adoptada tras la XII Reunión de Alto Nivel hispano-marroquí celebrada los días 1 y 2 de este mes en Rabat han sido comentados y analizados tanto en España como en Marruecos. Pero en España hubo dos opiniones: a favor y en contra. Depende de las posturas ideológicas, políticas e intelectuales.
Bernabé López García, catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid de Historia del Islam contemporáneo. Es Doctor por la Universidad de Granada desde 1973. Dio cursos en la Universidad Sidi Mohamed Ben Abdellah de Fez (Marruecos) en 1974-76, 1980-83 y 1986-88, es uno de los políticos que piensan que la Cumbre ha sido todo un éxito.
«Pues no soy tan pesimista como la opinión que parece haberse generalizado. Se ha dicho que España no ha traído nada ( de la reuniónen Raba), que el adverbio ‘más’ que Sánchez regaló a los marroquíes no ha tenido una contrapartida manifiesta. Pero si se leen con lupa los 70 puntos del comunicado final se ve que recoge temas que han sido siempre tabú en las relaciones», afirmó Bernabé.
«En el punto 42, se lee claramente que hay un intento de normalización de Ceuta y Melilla, que no supondría que Marruecos reconozca su españolidad, porque probablemente no lo hará nunca, como España no lo va a hacer con Gibraltar. Pero se observa una normalización de que eso está ahí y no es un obstáculo para las relaciones y, sobre todo, puede ser un acicate para encontrar un punto de entendimiento entre las poblaciones limítrofes, para convertirlas en un polo de desarrollo y de inversión en lugar de en un polo de tensión», agregó.
También cree que el punto 8 que habla del conflicto del Sáhara consolida lo pactado en la Declaración Conjunta adoptada en Rabat el 7 de abril de 2022 tras la reunión del Rey Mohammed VI y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español.
«Sobre el Sáhara no se ha ido más lejos de lo que reclaman las Naciones Unidas para no molestar ni a unos ni a otros. Pero creo que hay entendimiento en muchos aspectos, que hay futuro, aunque las relaciones son frágiles y lo pueden seguir siendo’, dijo el catedrático.
Moncloa confirmó su postura que considera el Plan de autonomía como «la base más seria, realista y creíble» para resolver el conflicto. Bernabé afirmó que Sánchez solo siguió los pasos de Zapatero y Rajoy.
«Es que en realidad no hubo, como se ha querido reconocer, ese cambio de 180 grados. Se añadió un adverbio, ‘más’, que sonó muy mal en la opinión pública española. El presidente Sánchez adoptó esa decisión para intentar arreglar un poco la situación. El problema es que no lo hizo informando previamente a la opinión pública, no se hizo consensuadamente con la oposición. Pero tampoco había que pedirle opinión a la oposición, sobre todo cuando no se dio un giro de 180 grados. Lo que Sánchez hizo fue seguir en la senda marcada por (José Luis Rodríguez) Zapatero desde 2004, que a su vez (Mariano) Rajoy había seguido», aseguró.