Rue20 Español / Casablanca
Lhaj Ahmed Ali
Tanto va el cántaro argelino a la fuente que al final se rompe. Hace ocho meses el cántaro argelino se rompió en la fuente española. Antes siempre se rompía en la fuente marroquí. Hoy se ha roto en la fuente mauritana.
Tanto busca el régimen militar argelino problemas con sus vecinos que al final se hunde y se desnuda ante todo el mundo.
Las injustificables e incesantes injerencias del régimen argelino en los asuntos internos y soberanos de sus vecinos solo dan efectos contraproducentes. Tarde o temprano quedará atrapado en ellas.
La injerencia de Argelia en la política mauritana ha quedado hoy clara. Pero también ha quedado mucho más clara la respuesta de los mauritanos. Es algo inaudito que en el siglo XXI exista un régimen militar con capacidad de injerir en los asuntos políticos de un país soberano como la hermana Mauritania.
El comunicado publicado hoy por la embajada de Argelia en la capital mauritana Nouakchott atacando a la prensa mauritana en su propia casa, es una vergüenza total. El embajador argelino en Nouakchott le faltó el respeto al pueblo mauritano y también al Gobierno mauritano.
El embajador acusa a la prensa mauritana de apoyar a Marruecos y a los marroquíes. El embajador trata de censurar a la prensa mauritana y dar lecciones a un pueblo soberano. En realidad, los mauritanos son los más aptos para dar lecciones al régimen argelino.
El embajador quiere que Mauritania se convierta en una segunda Argelia en la región. Pero la reacción de la prensa mauritana no tardó en llegar. Los mauritanos son dueños de su destino y sus palabras.
Así varios medios mauritanos han mostrado su rechazo e indignación frente al comportamiento del embajador de Argelia en Mauritania. Se trata se una pura injerencia argelina en los asuntos internos de Mauritania.
En cambio, Marruecos nunca ha publicado comunicados atacando a la prensa mauritana a pesar de las cosas que se escribían de vez en cuando contra los intereses marroquíes. Entre Argelia y Marruecos hay un gran trecho.
Argelia trata de injerir en los asuntos internos de Marruecos, de España, de Libia, de Mauritania… pero siempre le sale el tiro por la culata.