Rue20 Español/ Rabat
Ennaji El Faiq
Entre 1960 y 1962, el difunto Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica, residió en Marruecos, donde pudo beneficiarse de la oferta militante y del apoyo del Reino en su legítima lucha.
Este apoyo multiforme y continuo durante los años de lucha del movimiento nacional sudafricano se reflejó en la formación de los militantes del ANC en la región de Uxda, la ayuda y apoyo logístico y militar al ANC, como sostén de las actividades diplomáticas del Movimiento de Nelson Mandela a escala internacional.
«Como reconocimiento de esta valiosa ayuda, Nelson Mandela decidió viajar a Marruecos, en noviembre de 1994, para mostrar su inquebrantable solidaridad con el pueblo marroquí. ¿Acaso habría que recordar que con esta ocasión, fue condecorado por Su Majestad el Rey Hassan II, que Dios tenga en Su santa Misericordia, con la más alta distinción del Reino, en testimonio de su lucha excepcional por la igualdad y la justicia?», según el mensaje Real del Monarca Mohamed VI dirigido a la Cumbre de la Paz Nelson Mandela en 2018.
«Su postura a favor de la preservación de la soberanía nacional le otorgaba el estatuto de apóstol de la paz y de la comprensión entre las naciones, lejos de las vicisitudes, avatares, cálculos y divisiones malsanos. Ante las sirenas del separatismo y de cualquier forma de inestabilidad, Mandela, consciente de que el desarrollo de nuestro continente pasaba por la integridad territorial de los Estados que lo componen, oponía la unidad», añade el mensaje Real.
«Al mal del racismo opuso la liberación; a la división, la unidad; y ante los peligros de la fragmentación y la marginalización, optó por la unión, defendiendo constantemente el progreso y la prosperidad, en lugar del subdesarrollo y el aislamiento», agrega.
En otro mensaje Real, de condolencias y de compasión (por la muerte de Nelson Mandela), dirigido al presidente de Sudáfrica y a la viuda de Nelson Mandela en el mes de diciembre de 2013, el Soberano Mohamed VI recordó que el difunto desarrolló «una relación muy particular» con Marruecos que lo apoyó, desde la primera hora de su lucha contra el Apartheid.
«El difunto Mandela pasó, así, largas estancias en Marruecos, a principios de los años 60, durante las cuales el llorado se benefició de un apoyo pionero, político y material a su acción».
El Rey también señaló que después de su liberación, Mandela visitó, en noviembre de 1994, el Reino con el fin de agradecerlo por su solidaridad, sin fisuras, con el pueblo hermano sudafricano.
Con esta ocasión, «el difunto Mi padre, Su Majestad Hassan II le honró con la más alta distinción del Reino, testimonio de su lucha excepcional por la igualdad y la justicia», agregó el Soberano.
El Soberano subrayó también que «los lazos singulares tejidos por el difunto con el pueblo marroquí y su Rey pudieron continuar desarrollándose después de Mi acceso al Trono, particularmente con ocasión de su última visita privada a Rabat, en agosto de 2005».
El Rey también destacó que el difunto Presidente Mandela «supo, con sabiduría y perspicacia, llevar alto los valores universales de libertad, de justicia, de paz y de tolerancia. Supo, con fuerza y determinación, hacer valer sus ideales y su posición intangible a favor de la preservación de la soberanía nacional y de la integridad territorial de todos los Estados hermanos africanos».
Por último, el Soberano subrayó que durante su ejercicio en el cargo más alto del Estado, el difunto «respetó la legitimidad de Marruecos en su Sáhara y jamás reconoció ni apoyó la división o la partición» de Marruecos.
El difunto Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica, reveló que “visitó Marruecos en abril de 1962 y se reunió con el Dr. Abdelkarim Al-Khatib, uno de los miembros del Ejército de Liberación y fundador del Movimiento Popular Constitucional, y quería hablar con el Rey”.
“Me preguntó por qué, así que respondí que establecimos un ejército y queremos entrenar a nuestros soldados, y queremos armas y dinero, y dijo que entendía bien mi misión, porque él mismo vivía una experiencia con la nuestra”, agregó.
Continuó Mandela, en uno de sus discursos, diciendo: “El Dr. Al-Khatib me pidió que trajera a mis hombres a Dar Al-Salam, para que enviara un avión para llevarlos a su país, con el objetivo de entrenarlos, y me preguntó: ¿Qué ejército quieres? ¿Y cuándo debo entregártelo? Así que le di algunos detalles y le dije que me lo entregara en Dar Al-Salam”.
“Y me dijo: ¿cuánto dinero quieres?, yo le respondí que yo quería 5.000 libras esterlinas, y en esos días 1.000 libras esterlinas equivalían a dos millones hoy, entonces me dijo: recibirás este dinero mañana.
«Regresé, él hizo la cita a las nueve, pero yo fui a las ocho, y me dio las 5.000 libras esterlinas que se lo pedí, y me dijo: no quiero un recibo, quiero que te vayas con este dinero al banco en Londres, y después de eso me hizo una pregunta: ¿Todavía quieres ver al Rey?, y le dije que no», añadió Nelson Mandela.
“Ahora -prosiguió Mandela- saludos a un antiguo amigo en la lucha por la liberación, el Dr. Al-Khatib del Reino de Marruecos, lamento que los líderes que mencionó no estén todos aquí, porque jugaron un papel importante, un papel desempeñado por varios líderes, en casi todos los países hoy, estamos agradecidos porque los conocemos, y les agradecemos, fueron los artífices de nuestro ejército”.
Cabe recordar que el régimen militar argelino aprovechó descaradamente la organización del Campeonato Africano de Naciones para Jugadores Locales (CHAN) en suelo, usando al nieto de Nelson Mandela, Zwelivelile, para atacar política y públicamente a Marruecos en presencia de los presidentes de la FIFA y la CAF.
El nieto de Mandela, en un discurso con motivo de la inauguración del CHAN, en presencia de la afición argelina y de los presidentes de la FIFA y de la CAF, arremetió contra Marruecos y su integridad territorial, aplicando las instrucciones del régimen militar argelino.
Aprovechar la ceremonia inaugural de la CHAN, que se está disputando en Constantina, Argelia, bajo la supervisión de la CAF, para atacar a Marruecos y su integridad territorial es un acto que nada tiene que ver con el deporte y su ética.