Rue20 Español/ Mequínez
Mohamed Charbi
Marruecos, bajo el liderazgo del Rey Mohamed VI, siempre procura establecer unas relaciones fuertes, constructivas y equilibradas con los países vecinos.
Además, Marruecos está preparado para trabajar conjuntamente con todos los países del planeta siempre y cuando éstos tengan buenas intenciones y respeten las causas sagradas del pueblo marroquí.
Siendo consciente de la gran importancia de la vecindad y de la cooperación bilateral entre los vecinos, Marruecos siempre trata de estrechar sus relaciones con su amigo y hermano magrebí, Argelia.
Prueba de ello es que el Rey Mohamed VI no deja de subrayar, en sus Discursos Reales, de manera directa y explícita, de que el Reino de Marruecos está dispuesto a tender la mano a Argelia para el bien común.
Con ocasión del 22° Aniversario de la Fiesta del Trono, el Rey Mohamed VI ha dedicado una buena parte de su Discurso a las relaciones marroquí-argelinas tendiendo la mano a su vecino magrebí-africano, Argelia.
El monarca marroquí ha enviado una invitación sincera a los «hermanos de Argelia, para actuar juntos y sin condiciones con el fin de establecer unas relaciones bilaterales basadas en la confianza, el diálogo y la buena vecindad», ya que «la situación actual de estas relaciones no nos satisface ni beneficia a nuestros dos pueblos, amén de ser inaceptable para numerosos países».
En este mismo Discurso, Marruecos ha invitado al Presidente argelino a «obrar conjuntamente, en el más cercano plazo que considere oportuno, a fin de desarrollar las relaciones fraternales que nuestros pueblos han construido a través de años de lucha común».
Asimismo, el Rey Mohamed VI ha puesto un especial énfasis en la necesidad de reabrir las fronteras entre ambos países, cerradas por tierra desde 1994.
«Entre dos países vecinos y dos pueblos hermanos, el estado normal de las cosas, y ésta es nuestra convicción íntima, es que las fronteras estén y permanezcan abiertas», ha añadido el monarca en su Discurso.
En este contexto, el Rey ha asegurado a «nuestros hermanos en Argelia diciéndoles que de Marruecos jamás os llegarán daños ni problemas; tampoco os alcanzará ningún peligro ni amenaza, porque todo lo que os afecta, a nosotros también nos afecta y lo que os daña, a nosotros nos daña igualmente».
«Por ello consideramos que la seguridad y estabilidad de Argelia, así como la tranquilidad de su pueblo, forman parte de la seguridad y estabilidad de Marruecos, y viceversa, ya que todo cuanto sobrevenga a Marruecos, ha de repercutir sobre Argelia, porque los dos constituyen un solo cuerpo», ha agregado el Soberano marroquí.
Ha invitado también a «privilegiar la lógica de la sensatez y de los intereses supremos, para poder superar esta lamentable situación en la que se malgastan las energías de nuestros dos países, obstruyendo los lazos de afecto y fraternidad existentes entre nuestros dos pueblos».
«En efecto, más allá de su condición de dos países vecinos, Marruecos y Argelia son dos gemelos que mutuamente se complementan», recuerda el Discurso Real.
Nueva invitación, nueva oportunidad
Porque el Rey Mohamed VI sabe lo que dice y está convencido de lo que dice, ha vuelto a tender la mano a Argelia invitando al presidente del país, Abdelmadjid Tebboune, a visitar Marruecos con el fin de dialogar y mirar al futuro.
El Monarca marroquí cree firmemente en el diálogo y lo considera como la vía más eficaz para solucionar los conflictos y las crisis por más difíciles y complicados que sean.
«Su Majestad nos ha dado instrucciones de decir a las autoridades argelinas que hay una invitación abierta a su excelencia el presidente (de Argelia) de venir a Marruecos y tener un diálogo con los preparativos necesarios para garantizar su éxito», dijo el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita.
La invitación del Rey Mohamed VI al presidente Abdelmadjid Tebboune pone a prueba la credibilidad de los discursos argelinos que llaman a la «reunificación» y a encontrar «soluciones».
El Reino de Marruecos está dispuesto a dialogar con Argelia para superar los conflictos artificiales que están machacando las relaciones bilaterales y fraternales de Rabat y Argel.
El diálogo directo, cara a cara, puede ser muy útil para encontrar una solución adecuada y duradera a sus problemas que han durado bastante tiempo.
Es hora de pensar seriamente en la celebración de mesas redondas y diálogos continuos para acabar de una vez por todas con estas tensiones políticas y diplomáticas y abrir una nueva página inédita a todos los niveles.
Las crisis no son buenas para nadie. Ambos países están perdiendo muchas ocasiones y oportunidades por estos conflictos de varias décadas.
Para concluir, hay que volver a subrayar que tanto Marruecos como Argelia están invitados, por no decir condenados, a abrir una nueva página en sus relaciones bilaterales y hacer borrón y cuenta nueva, lo que redundará en beneficio de todos.
Así, se puede conseguir la prosperidad y paz para los pueblos marroquí y argelino en particular, y para el pueblo magrebí en general.
¿Argelia aceptará la mano tendida del Reino de Marruecos para iniciar esta nueva etapa?