Rue20 Español / Mohammedia
Los trabajos de la 31ª edición de la Cumbre de la Liga Árabe, celebrada ayer miércoles en Argelia, no aportaron ningún valor añadido a las verdaderas preocupaciones del pueblo árabe. Con la participación sólo de un tercio de los líderes árabes por las acciones hostiles del Gobierno argelino hacia algunos países árabes, la Cumbre nació muerta.
La Declaración de Argel no tuvo ningún impacto en el Mundo Árabe. Una Declaración que se preocupó mucho de las formas y los matices terminológicos, pero no aportó nada a nivel de contenido. Los problemas y los conflictos siguen ahí y las amenazas de Irán con su apoyo a las milicias siguen ahí. La cumbre fue un fracaso.
«La Cumbre Árabe celebrada en Argelia ha sido condenada al fracaso por los propios argelinos. Ya hemos visto cómo los responsables argelinos han tratado a la delegación de la prensa marroquí. También hemos visto cómo han tratado hasta al propio ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, de un país soberano que es Marruecos y vecino», afirmó Bachir Edkhil, analista y ex dirigente del Polisario, en declaraciones a Rue20 Español.
El régimen argelino optó por la provocación e improvisación en vez de la unión, unificación, amistad y el entendimiento. «Normalmente, las Cumbres vienen para resolver problemas y para limar asperezas y para expresarse de una manera democrática sin tocar las sensibilidades de los otros. La Cumbre significa un lugar y encuentro muy importante para ir en adelante en búsqueda de soluciones. Por desgracia la Cumbre Árabe ha sido un fracaso. La Cumbre nació muerta desde el principio», explicó Edkhil.
Bachir Edkhil invita a volver a reflexionar sobre algunas intervenciones que han criticado implícitamente la actitud de Argelia en la Cumbre Árabe. «Hay muchos problemas serios que se plantean como el guiño que ha hecho el Secretario General de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, sobre la financiación y el apoyo a organizaciones terroristas que pretenden hacer daño a terceros países. Eso se llama terrorismo. Hay un mensaje clarísimo a Argelia. Además las palabras de Aboul Gheit son una prueba», concluyó.