Rue20 Español/ Rabat
La Cumbre Árabe, que congregará hasta mañana miércoles a líderes regionales, echa a andar en Argel este martes, día festivo, en el que Argelia conmemora el estallido de la guerra de liberación en 1954, que condujo ocho años después a la independencia de Francia.
Argelia acoge esta cumbre anual por cuarta vez en su historia (1973, 1988 y 2005), y en esta ocasión se ha hecho coincidir, este 1 de noviembre, con la celebración del 68º aniversario de la insurrección armada, cuyos actos oficiales comenzaron la víspera y continúan esta mañana hasta el inicio de la primera sesión de la cumbre, a las 17.00 GMT.
El simbolismo de la fecha se refleja además en cómo Argelia ha rescatado la cuestión palestina para intentar volver a situarla en el centro de la agenda de Liga Árabe, precisamente en la primera cumbre que se celebra después del establecimiento de relaciones diplomáticas de Marruecos, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin con Israel, y un principio de acuerdo con Sudán.
El presidente argelino, Abdelmajid Tebboune, consiguió agrupar a las facciones palestinas en negociaciones, que el pasado 13 de octubre firmaron la llamada «Declaración de Argel» hacia la reconciliación.
Tebboune seguirá esta mañana recibiendo a jefe de Estado árabes, en el aeropuerto internacional de la capital.
El presidente palestino, Mahmud Abás, y los de Irak, Mauritania y Comoras están ya desde ayer en Argel, además del presidente del Consejo Presidencial de Libia, Mohamed al Manfi; el del Consejo Soberano de Transición de Sudán, general Abdelfatá al Burhan, y del presidente del Consejo Presidencial de Yemen, Rachad Mohamed Ali al Alimi.
El rey Mohamed VI de Marruecos -cuya asistencia esperaba Argelia, según aseguró el ministro argelino de Exteriores, Ramtane Lamamra- no acudirá finalmente. Representa al país el titular de Exteriores, Naser Burita. El príncipe heredero y primer ministro saudí, Mohamed bin Salman, confirmó con antelación que no podría asistir por problemas médicos.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, encabeza la delegación de Líbano. Baréin y Omán están representados por sus respectivos viceprimeros ministros.
El Centro Internacional de Conferencias, en el oeste de Argel, acogerá las sesiones de la cumbre hoy y mañana, en las que se intentará consensuar una declaración conjunta de los países árabes, dividos ante cuestiones regionales como Libia y Yemen, e internacionales derviadas de la guerra de Ucrania.
Los expedientes económicos, centrados en la inseguridad alimentaria y la energía, ocuparán un papel central. Los participantes confían en alcanzar consensos, más allá de las divisiones políticas. EFE