Rue20 Español/ Casablanca
El dilema de la aceptación o el rechazo de la recepción de los ciudadanos de origen marroquí expulsados por los países europeos se está convirtiendo en un verdadero desafío a afrontar para las autoridades marroquíes.
El problema se duplica cuando algunos países europeos plantean la expulsión de ciudadanos europeos de origen marroquí a Marruecos. Hay casos muy especial como el imán Hassan Iquioussen nacido en Francia, pero París planea su expulsión a Rabat.
Algunos informes informaron que Marruecos no está dispuesto a ceder ante la presión de Francia que trata de enviar a Hassan al Reino.
Ahora, España también plantea expulsar a dos personas de origen marroquí a Rabat. Por el momento, no se sabe si rabat autoriza la recepción de los dos. Sin embargo, está claro que la cuestión de los expulsados genera inquietud y tensiones.
La Policía Nacional ha detenido esta semana en Reus (Tarragona) al activista Mohamed Said Badaoui, presidente de la Asociación en Defensa de la Comunidad Musulmana (Adedcom) de esta localidad, al que ha abierto un expediente de expulsión del país por su presunta radicalización, según informó EFE.
La Policía Nacional ha remitido al juez toda la información recabada sobre este activista, que consideran que se ha radicalizado, y será el magistrado el que tenga la última palabra sobre su expediente de expulsión.
Por su parte, la Audiencia Nacional dio la razón a la Policía española, rechazando paralizar la expulsión de Badaoui y otro líder islamista a los que apoya el Parlament. El tribunal no acepta la paralización cautelar de la expulsión, alegando que prevalece la seguridad nacional argumentada por la Policía, según escribió hoy El País.
«La Audiencia Nacional no ha aceptado la petición de Mohamed Badaoui y Amarrouch Azbir, acusados de amenazar la seguridad de España, de paralizar cautelarmente su deportación a Marruecos. Los dos líderes de la comunidad islámica en Cataluña fueron detenidos el martes, después de que el secretario de Estado de Seguridad diese luz verde al expediente de expulsión incoado por la Policía Nacional», explicó El País.
La decisión de la Audiencia Nacional supone la deportación a Marruecos de los dos hombres, con la prohibición de regresar a España por un periodo de 10 años. El proceso judicial seguirá su camino con ambos ya deportados. En el caso de que finalmente el tribunal les diese la razón y considerase infundado el expediente de expulsión, ambos podrían regresar a España, donde dejan su familia, trabajos estables y, en el caso de Badaoui, una relación estable con las administraciones y diversos partidos políticos, como cara visible de la asociación que preside, detalló la misma fuente.
El activista vive desde hace más de 30 años en Cataluña, concretamente en la provincia de Tarragona, y tiene tres hijos nacidos en Reus y Valls.
Además de Mohamed Said Badaoui, la Policía Nacional detuvo también ayer a otro activista musulmán de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), Amarouch Azbir, por su presunta radicalización, concluyó EFE.