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viernes, abril 19, 2024

Exministra española: hay que subsanar las cicatrices político-sociales de las relaciones hispano-marroquíes

 

Rue20 Español / Tetuán 

 

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La Escuela Normal Superior de Tetuán (ENS-Tetuán), en colaboración con la Universidad Abdelmalek Essaadi y el Centro Marroquí de Estudios e Investigaciones en Economía y Desarrollo Sostenible, está organizando un Congreso Internacional sobre “Relaciones hispano-marroquíes: presente y futuro”, durante los días 2 y 3 de septiembre de 2022.

 

Este evento tiene como objetivo debatir varios temas que tienen que ver con «la dimensión política en las relaciones hispano-marroquíes», «el acercamiento cultural y educativo entre Marruecos y España» y «la cooperación económica y comercial entre ambos países». 

 

Durante su intervención en el Congreso, ayer viernes 2 de septiembre, titulada «Un plan para reforzar las relaciones entre España y Marruecos: ¿Dónde empieza la historia? ¿Dónde acaba España?», María Antonia Trujillo, ex ministra de Vivienda de España, ex Consejera de Educación en la Embajada de España en Marruecos y experta en Derecho Constitucional y Derecho Europeo, ha subrayado que «para entender el presente de las relaciones entre España y Marruecos hay que conocer el pasado», ya que «la relación hispano-marroquí es secular, incluso legalmente, y ha incluido acciones de distinto tipo en diversos ámbitos». 

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La ex ministra de Vivienda de España ha señalado también que «desde que se independizó Marruecos del protectorado español los sucesivos gobiernos del régimen franquista brillaron por su ausencia, destacando más por deteriorar las relaciones con Marruecos que por mejorarlas». 

 

«Tras el fin de la dictadura, se produjo un giro del Gobierno español en la relación bilateral, que tendría como primer hito el Acuerdo de Pesca entre España y Marruecos en abril de 1981, y el paso a una política de colaboración global basada en el principio de no interferencia española en los asuntos internos marroquíes y en la nueva doctrina del “colchón de intereses compartidos” que buscaba suavizar las tensiones bilaterales mediante la promoción del desarrollo económico y la estabilidad política y social en Marruecos», ha agregado. 

 

Para Trujillo, «principalmente, con la llegada del PSOE al poder en 1982, con Felipe González como Jefe del Gobierno, las relaciones mejoraron ostensiblemente. No obstante, no hay que olvidar que a pesar de estos acercamientos, la política exterior de España con Marruecos era limitada y lenta dejando que otros países como Francia y EEUU ocuparan el terreno que, en parte, debería haber sido ocupado por España ya que los vínculos culturales e históricos, así como de vecindad, le otorgaban más prioridad en el escenario político-social marroquí».

 

«No se puede olvidar que desde la muerte de Franco hasta casi los años 90 España dejó un gran hueco que no se entendió. Los marroquíes del antiguo protectorado alegaron su abandono y aislamiento tanto por España como por Marruecos. Es, por ejemplo, el caso de los hispanófilos que se sintieron olvidados», ha recordado. 

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En el mismo sentido, la ex Consejera de Educación en la Embajada de España en Marruecos ha destacado que «gracias al norte existe el español en Marruecos, hecho que hay que agradecer a esta Universidad –de Tetuán- y sus hispanistas y a todos cuantos a día de hoy mantienen el español como lengua de comunicación. Pero sobre todo hay que hacer una mención expresa a la gente del norte que sintonizan a los medios de comunicación españoles desde siempre». 

 

Asimismo, ha destacado el papel del Rey Mohamed VI en el ámbito político internacional y los grandes acercamientos y acuerdos bilaterales con sus aliados tradicionales, entre ellos España, que «ha permitido que España ocupe un lugar relevante en Marruecos». 

 

En cambio, la ex ministra española ha explicado que como consecuencia del pasado, «las relaciones entre ambos países presentan un conjunto de lastres históricos y de heridas mal curadas que han dejado una serie de cicatrices político-sociales que no deben ser ignoradas sino que deben ser gestionadas, aunque no es una tarea fácil».

 

«A estos lastres históricos se suman los permanentes malentendidos entre ambos países y el desconocimiento y tópicos existentes. En realidad, por parte española hay desconocimiento e ignorancia, pero por parte marroquí se ha instalado en el subconsciente colectivo una larga lista de lugares comunes sobre España a menudo discordantes con la realidad de las cosas», ha añadido.

 

«Además, -prosigue Trujillo- existe un grave problema: los falsos expertos, los que creen que conocen al vecino mejor que nadie, y que acaban consolidando unos lugares comunes pseudo-científicos que son los peores y más difíciles de deshacer. Estos lugares comunes, desacertados en su mayor parte, acaban convirtiéndose en dogmas rígidos, difíciles de desmontar o matizar».

 

En su opinión, «el desconocimiento, la desinformación y las teorías de la conspiración, que existen en ambos lados, tienen un efecto multiplicador muy grave sobre la concordia y el entendimiento de ambos países».

 

La célebre frase de “Condenados por la geografía a entenderse” es el resumen de una geopolítica y geoestrategia distorsionadas. «Este dogma es compartido por muchos analistas y líderes políticos de todas las ideologías. Sin embargo, la proximidad geográfica no lleva por sí misma al entendimiento, sino que es precisa una voluntad real de concertación por ambas partes», según Trujillo. 

 

En lo que se refiere a la inmigración ilegal, para Trujillo, es un elemento esencial de conflicto, pero también de entendimiento entre ambos países. «Es un pilar esencial del entendimiento entre Marruecos y España y el resto de la UE», agrega. 

 

Sobre las bases para una sólida relación entre Rabat y Madrid, Trujillo ha explicado que «la historia, la geografía e incluso los prejuicios mutuos (si se gestionan correctamente) podrían convertirse en una sólida base para la mejora y consolidación de las relaciones bilaterales. Un análisis adecuado y serio podría transformar el desencuentro, e incluso el conflicto, en la base de una nueva relación, fundamentada en la sinceridad, la cooperación y la necesidad de dotar a las discrepancias de un marco de entendimiento que elimine o, por lo menos, disipe los malentendidos».

 

En esta misma línea, ha subrayado que «más allá de las diferencias, Marruecos y España comparten más de lo que les separa. Marruecos es el país árabe con un régimen político y social más avanzado. Esto es un punto de conexión importante y puede y debe ser explotado y desarrollado como factor decisivo de fortalecimiento de las relaciones bilaterales».

 

Ha señalado al mismo tiempo que la economía, el comercio bilateral y la inversión son un pilar esencial de la relación hispano-marroqui. «Hay aún muchísimo margen para recuperar y mejorar los niveles de cordialidad y de confianza que han existido entre ambos países en el pasado», según Trujillo.

 

Además de la cooperación en materia de seguridad, terrorismo e inmigración ilegal, que «es esencial para la buena salud de las relaciones entre Marruecos de una parte y España y la UE de la otra». 

 

En este sentido, ha destacado que «el prestigio y eficacia de los servicios de inteligencia, información y policiales de Marruecos ha conseguido consolidar la posición del país como uno de los más eficaces socios de las democracias más avanzadas del planeta en la lucha contra el terrorismo, el radicalismo más extremo del islamismo integrista y la lucha contra la explotación y tráfico de seres humanos». 

 

Por otro lado, ha indicado que el español como lengua universal -es la segunda lengua de aproximadamente el 20% de los marroquíes- es uno de los principales pilares sobre los que se debe reconstruir la relación hispano-marroquí. 

 

«Los colegios españoles, los Institutos Cervantes, los hispanistas, etc., hacen de la lengua y cultura españolas un elemento esencial en la consolidación de una muy sólida relación bilateral», ha explicado. 

 

«A esto hay que sumar –agrega- el llamado “soft power” español, es decir la cultura, gastronomía (la cocina española es la preferida por los marroquíes además de la suya propia), el deporte, la literatura, el cine, la gastronomía y el turismo». 

 

Entonces, según Trujillo, «se trata de un pilar fundamental del futuro de nuestras relaciones bilaterales. En Marruecos tiene enorme predicamento el estilo de vida español, el número creciente de estudiantes marroquíes en universidades españolas, las vacaciones o la compra de viviendas».

 

Por otro lado, ha destacado que «los sefardíes marroquíes han sido determinantes en el acercamiento entre Israel y Marruecos y pueden serlo en el estrechamiento de relaciones entre Marruecos y España. Hay más de un millón de sefardíes marroquíes en Israel que tienen un cariño muy especial por Marruecos y muchos de ellos siguen hablando darija. Este aspecto debe ser analizado en profundidad y no presenta ninguna amenaza para las relaciones bilaterales».

 

Para la ex ministra española, «España ha demostrado de manera constante que ha sido el más activo y leal amigo de Marruecos en Europa, incluso cuando alguno de los más grandes socios de la UE proponía recortes en la cooperación de la UE hacia Marruecos o un cierto distanciamiento entre ambos. No ha sido nada fácil. Las presiones han sido inmensas y Marruecos debe reconocer el inmenso esfuerzo y las “plumas” que España se ha dejado en este empeño».

 

«Al identificar nuevas prioridades y sectores en los que construir una nueva relación fundamentada en la confianza y la transparencia, hay que tener en cuenta que Marruecos ha desarrollado una Política Exterior muy activa y dinámica en África, con algún notable éxito como la readmisión en la Unión Africana o el acercamiento a países que eran hostiles a Marruecos hasta hace poco tiempo. España y Marruecos, cada uno con sus intereses y prioridades, podrían muy bien intentar una coordinación en ciertos aspectos en África donde la influencia de Marruecos ha crecido exponencialmente», ha insistido. 

 

«Del mismo modo el interés de Marruecos por América Latina ha aumentado de manera muy notable, abriendo Embajadas en todos los países más importantes de la región hasta el punto de tener una de las redes diplomáticas más importantes en América Latina de entre todos los miembros de la Liga Árabe. Aquí la Política Exterior marroquí tiene la prioridad conocida del Sáhara, pero se podría ayudar a abrir el abanico de intereses en países con los que España mantiene relaciones muy especiales», ha añadido.

 

Por último, con el fin de construir una relación sólida, equilibrada, transparente y sincera, Maria Antonia Trujillo ha propuesto una serie de instrumentos y estrategias, como por ejemplo:

 

-Crear una Fundación Consejo España-Marruecos como existe con EEUU, China, Japón, India y otros países. 

 

-Potenciar y rejuvenecer el Comité Averroes -creado durante la década de los noventa-.

 

– Retomar el proyecto de la Universidad de los Dos Reyes como ejemplo de cooperación en el ámbito de la educación superior, así como crear foros ad hoc, entre diferentes sectores de la sociedad civil. 

 

– Organizar más visitas entre universidades, colegios y centros de formación de funcionarios del Estado. 

 

– Reforzar la enseñanza del español, ahondando en los esfuerzos que se han llevado a cabo hasta ahora.

 

– Poner en marcha una estrategia cultural más allá del modelo del Siglo XX de conferencias, conciertos o exposiciones. 

 

– Deshacer los malentendidos entre instituciones o compañías que podrían cooperar buscando sinergias en lugar de competir con el consiguiente perjuicio mutuo.

 

Es de destacar que en este evento participan importantes figuras políticas y diplomática de ambas orillas como el ex presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; Ministro de Educación Superior, Abdellatif Miraoui, etc.

 

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