Rue20 Español/Rabat
Al acoger al jefe de las milicias separatistas del polisario, en el marco del 8º Foro de Cooperación Japón-África (TICAD), Túnez opta por una «rama mortal», afirmó, el sábado, el politólogo franco-suizo Jean-Marie Heydt.
En una declaración a la MAP, Heydt se preguntó por qué el presidente tunecino invitó «unilateralmente» a la TICAD al representante de una milicia, «una entidad muy controvertida, no reconocida por la comunidad internacional y, además, en contra del consejo de Japón y violando el proceso de preparación y las normas establecidas».
Para el politólogo franco-suizo, es difícil imaginar que el jefe de Estado tunecino, Kaïs Saïed, pueda cometer un «error de apreciación de esta importancia».
Considera que se trata de una posición indisimulada contra el reconocimiento del Sáhara marroquí, subrayando que, en consecuencia, los vínculos «fuertes e intactos» entre los pueblos marroquí y tunecino, que tienen una historia común y una fuente cultural similar, son «despreciados por una decisión tomada al más alto nivel del Estado tunecino».
¿Qué puede ganar Túnez con este acto? ¿Cuál es el «regalo» que podría ofrecerle esta entidad?, se interroga Heydt.
En su opinión, los pueblos hermanos de Túnez, Argelia, Marruecos y los demás Estados-partidos que componen la Unión del Magreb son así «literalmente despreciados por unos pocos dirigentes que probablemente no están en contacto con lo que se llama el interés general de una población».