Rue20 Español/Rabat
La posición «histórica» del gobierno español de considerar la iniciativa de autonomía marroquí en las provincias del sur como «la base más seria, realista y creíble» para la resolución del conflicto del Sáhara allana el camino para un crecimiento exponencial de la cooperación con Marruecos, dijo el politólogo español, Pedro Ignacio Altamirano.
M. Altamirano, que intervino en un encuentro organizado por la Facultad de Lenguas, Letras y Artes de la Universidad Ibn Tofail de Kenitra sobre la nueva posición española en la cuestión del Sáhara marroquí, explicó que la posición histórica del gobierno español de considerar la iniciativa de autonomía del Reino de Marruecos en las provincias del sur como la base más seria, realista y creíble para la resolución del conflicto del Sáhara, abre la vía a un crecimiento exponencial de la cooperación entre los dos países «con la que estamos comprometidos».
España, siguiendo los pasos de Estados Unidos, está volviendo a la verdad, la justicia y la razón, dijo, señalando que España y Marruecos, que son el puente que une a Europa con África, se enfrentan a grandes retos en materia de migración, lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, pero también a grandes oportunidades económicas para hoy y mañana.
En este sentido, el politólogo afirmó que África y sus recursos naturales, cada vez más importantes para las nuevas tecnologías y para el mantenimiento de la economía europea, representan ahora una importante oportunidad para ambos países vecinos, subrayando que se trata de oportunidades reales «que no podemos dejar pasar por inútiles problemas territoriales históricos en este momento».
Según él, esta posición de Madrid representa «otro golpe a las pretensiones ilegales de Argelia a través de sus títeres del polisario».
«Se trata de un nuevo golpe diplomático que deja a Argelia fuera de juego y cada vez más aislada internacionalmente, mientras el polisario sigue en estado catatónico y desorientado», prosiguió Altamirano, añadiendo que esto se evidencia en las persistentes amenazas que Argelia plantea a la economía española, sabiendo que pueden tener graves consecuencias en las relaciones con toda la Unión Europea.
«La integridad territorial de Marruecos es, por tanto, no sólo una reivindicación legítima del Reino de Marruecos que España debe seguir apoyando», precisó Altamirano, señalando que es la garantía de la paz y la estabilidad en toda la región del Sahel.
«El reconocimiento internacional de la integridad territorial del Reino de Marruecos significa, sin duda, que debemos comprometernos con la verdad, la justicia y la paz, que nos beneficiarán a todos por igual», concluyó.