Rue20 Español/Rabat
Como cada 20 de agosto, el Rey Mohamed VI se dirige a la nación marroquí. Una fecha decisiva para conseguir la independencia y una oportunidad para reiterar los vínculos sólidos que mantienen la monarquía alauí y el pueblo marroquí a lo largo de la historia.
El Monarca recordó la lucha del pueblo marroquí por la independencia y lo que suponía un antes y después en la historia reciente del Reino de Marruecos.
El Rey empezó su discurso elogiando «los grandes avances» en el expediente del Sáhara marroquí, resaltando la decisión de Estados Unidos respecto a la marroquinidad del Sáhara «que no se cambia con el cambio de la administración».
Asimismo, el Rey Mohamed VI elogió el apoyo de los países europeos a la marroquinidad del Sáhara, valorando sobremanera la decisión de «nuestra vecina España», así como otros países que apoyan el plan de autonomía presentado por Marruecos ante la ONU en 2007 como Alemania, Países Bajos, etc. Un apoyo que abrirá «una nueva página de asociación con los países europeos», dijo.
En este sentido, el Monarca invitó a los demás países socios de Marruecos a salir de la zona de confort y seguir los pasos de Estados Unidos y España.
«Esperamos que algunos países socios que adoptan posiciones ambiguas aclaren sus posiciones respecto al expediente Sáhara marroquí», dijo el Monarca.
El Rey agradeció, por su parte, a los países árabes, africanos, latinoamericanos y los del Caribe que abrieron su consulado en Dajla y Laayún.
A continuación, el rey dedicó la segunda parte de su discurso a los marroquíes residentes en el extranjero (alrededor de 5 millones), incluidos los judíos marroquíes (alrededor de 100 miles de judíos marroquíes).
«Saludo a los marroquíes residentes en el extranjero que defienden la integridad territorial de su país, así como su apego a la patria» y de «servir sus intereses pese a los problemas que enfrentan».
«¿Qué les hemos proporcionado para afianzar tal apego a la patria? ¿Acaso el marco legal y las políticas públicas toman en consideración sus particularidades? ¿Se adaptan los procedimientos administrativos a sus condiciones? ¿Les hemos facilitado la debida orientación religiosa y educativa? ¿Acaso les hemos dedicado el acompañamiento necesario y las condiciones oportunas para el éxito de sus proyectos de inversión?», se preguntó.
El Rey subrayó que el apego a la patria «se hereda y no queda limitado solo a la primera generación de emigrantes».
El Rey destacó también que el Estado despliega grandes esfuerzos pero queda corto ante los obstáculos de la administración.
«Marruecos necesita hoy a todos sus hijos y a todas las competencias y experiencias que se encuentran en el extranjero, ya sea trabajando y estableciéndose en Marruecos o a través de los diferentes tipos de asociación y contribución desde sus países de residencia», afirmó.
El Rey concluyó llamando a construir «Relaciones estructurales con los MRD y los judíos marroquíes para servir a la patria», invitando a los jóvenes marroquíes del extranjero «a sacar provecho de las oportunidades de inversión que ofrece el Nuevo Plan de Inversión».
