Rue20 Español/Rabat
Los trabajos de la Reunión del Grupo Africano de Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales de los 54 Estados africanos miembros del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional «Africa Caucus» finalizaron, el miércoles en Marrakech, con la adopción de un documento final denominado «Declaración de Marrakech».
A través de este documento, los participantes llamaron al Grupo del Banco Mundial (GBM) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) que proporcionen un alivio de la deuda «rápido», «exhaustivo» y «sustancial» para ayudar a África a recuperarse de los impactos negativos de la crisis de la pandemia de la Covid-19 y de la crisis de Ucrania, y para minimizar los riesgos para sus perspectivas de crecimiento.
Los participantes en la reunión de dos días bajo el lema «Hacia un África resistente» subrayaron la necesidad de garantizar la rápida aplicación del compromiso contraído en la Cumbre del G7 (junio de 2022), especialmente la necesidad urgente de mejorar los marcos de reestructuración de la deuda multilateral y abordar los retos de la vulnerabilidad de la deuda.
También pidieron a las Instituciones de Bretton Woods (IBW) que aceleren los trabajos sobre una arquitectura de la deuda mundial y que apoyen el llamamiento de la región al G20 para que se amplíe la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI).
Además, los participantes instaron a las IBW a acelerar rápidamente las reformas que apoyen la ampliación de la elegibilidad a los países africanos de renta media muy endeudados, la suspensión del servicio de la deuda durante las negociaciones y la mejora de los procesos de toma de decisiones que garanticen la participación de los acreedores que no pertenecen al Club de París en términos y condiciones comparables, así como la transparencia de los términos y contratos de los préstamos, reza la Declaración de Marrakech.
Los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los 54 Estados africanos miembros del GBM y el FMI también instaron a las IBW, como miembros del Grupo de Trabajo Interinstitucional de la ONU sobre la Financiación para el Desarrollo, a reformar la arquitectura financiera internacional para hacerla inclusiva, eficaz y equitativa, y dar a África una mayor representación y una voz más fuerte en los órganos de gobierno de estos países.
Para ello, piden específicamente a las instituciones de Bretton Woods que apliquen sus políticas de endeudamiento con flexibilidad a los países con dificultades financieras, que aumenten el apoyo a la creación de capacidades en la gestión de la deuda y la inversión pública, al desarrollo de los mercados de capitales nacionales, a la lucha contra los flujos financieros ilícitos, la evasión y la elusión fiscal, y al fortalecimiento del aparato financiero e institucional de las entidades generadoras de ingresos públicos.
También se trata de explorar la posibilidad de convertir la deuda en programas de inversión para permitir a los países acceder a mecanismos de financiación adicionales sin aumentar sus niveles de deuda, y ayudar a África a acelerar las reformas estructurales inducidas por la crisis, añadieron.
A través de la Declaración de Marrakech, los participantes también recomendaron la aplicación de un enfoque regional para la financiación de proyectos hidroeléctricos, de energías renovables y de conversión de gas en electricidad en todo el continente para garantizar la seguridad energética y el acceso universal a la electricidad.
En este sentido, pidieron al GBM que aumente su financiación de las inversiones públicas en el sector energético en África, al tiempo que instaron a la Corporación Financiera Internacional (CFI) y al Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI) a movilizar más capital privado y financiación comercial, subrayando la necesidad de desplegar los instrumentos financieros y los mecanismos de mitigación de riesgos más atractivos desde el punto de vista comercial para los inversores privados y de apoyar el cambio transformacional en los proyectos energéticos.
El documento final también insta al GBM a acelerar la financiación para la construcción de infraestructuras digitales, plataformas y ecosistemas de red para tecnologías y soluciones digitales que puedan reducir radicalmente la brecha digital, ampliar el acceso a la financiación, mejorar la prestación de servicios y crear nuevas oportunidades económicas para África.
El documento también pide a las IBW que aproveche la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) y otros bloques comerciales regionales para ayudar a los países africanos a armonizar sus políticas, leyes y reglamentos para el desarrollo de un mercado único digital seguro en África.
Además, los participantes instaron a las IBW a apoyar a las vibrantes pequeñas y medianas empresas de África y a los ecosistemas de puesta en marcha para que prosperen en la creciente economía digital y apoyen la expansión de la alfabetización digital y las habilidades digitales. El objetivo es satisfacer las demandas del mercado laboral y ayudar a los empresarios a hacer crecer sus negocios dentro y fuera de las fronteras nacionales, explican.
En cuanto a la crisis climática, la Declaración de Marrakech apoya el llamamiento del G7 a un mayor acceso a la financiación climática y a una atención especial a los países más vulnerables, incluidos los de renta media.
Colocada bajo el Alto Patrocinio de Su Majestad el Rey Mohammed VI, esta reunión brindó la oportunidad de analizar los retos a los que se enfrentan los países africanos y de intercambiar sobre los medios susceptibles de ayudarles a afrontarlos.
La ceremonia de apertura de este evento de gran envergadura estuvo marcada por un Mensaje Real dirigido por Su Majestad el Rey Mohammed VI a los participantes, que fue leído por la ministra de Economía y Finanzas, Nadia Fettah Alaoui. Map