Rue20 Español/ Rabat
El investigador y actor asociativo marroquí, Charif Adardak, subrayó que la legalización del cultivo de cannabis para usos legales, médicos e industriales, constituye un sector económico prometedor que tendría un impacto socioeconómico significativo para la región afectada y para los agricultores.
“La ley 13-21 sobre los usos legales del cannabis es, en primer lugar, un proyecto económico, además de ser una ley que regula este cultivo”, dijo Sharif Aradak, en declaraciones a la MAP.
La ley “vino con una visión económica prometedora, y la puesta en marcha de esta ley en práctica, de una manera adecuada, tendrá un impacto positivo sobre la situación socioeconómica de la región y de los agricultores”, agregó.
Destacó que la reunión del Consejo Administrativo de la Agencia Nacional para la Legalización de las Actividades Relacionadas con el Cannabis, celebrada esta semana, es un primer paso para implementar las disposiciones de la Ley 13-21, dado que esta ley otorgó a esta agencia las facultades para ponerla en marcha, considerando que «la legalización del cultivo de cannabis no puede tener éxito sin esta agencia, y la participación de los agricultores en estos proyectos depende de la existencia de un papel efectivo para la agencia sobre el terreno”.
Asimismo, Adardak señaló que «la ley vino con promesas económicas y sociales, inclusive la mejora de los ingresos de los agricultores y la contribución a la comercialización de sus productos al apoyar el establecimiento de cooperativas que incluyen a los cultivadores de cannabis», subrayando que es una «experiencia única, sobre todo porque Marruecos es uno de los pocos países que ha establecido la legalización del cultivo de cannabis para usos legales, siendo el primer país del norte de África y Medio Oriente en avanzar en este proyecto, después de Líbano, que también se había involucrado en este proyecto».
El investigador marroquí destacó también que “el Gobierno está llamado ahora, más que nunca, a avanzar en la movilización y acompañamiento de los cultivadores de cannabis, dándoles formaciones y motivándolos a constituir cooperativas, brindándoles incentivos económicos, cursos de capacitación y apoyos diversos, para que estos cultivadores entiendan bien el nuevo sistema legal que enmarca el cultivo y uso del cannabis».