Rue20 Español/ Casablanca
Adolfo Utor, presidente de la compañía naviera Baleària y único accionista, sabe que en este campo pasan muchas cosas, buenas y malas. Pero siempre espera que las buenas sean más que las malas. La reconciliación entre los reinos de España y Marruecos, tras la decisión española de respaldar el Plan de Autonomía para el Sáhara presentado por Marruecos desde 2007, es una de las cosas buenas para Adolfo y su negocio. Si a Baleària le va bien, a Adolfo le irá mejor.
Este empresario no oculta su satisfacción por la reanudación de las conexiones marítimas con Marruecos. Gracias al crecimiento del tráfico de España con el norte de Marruecos, una vez se están abriendo o reactivando líneas, la empresa balear ya se recupera tras la crisis sanitaria.
“Estábamos abriendo nuevas vías en Argelia y todo se ha quedado parado. Ahora se ha reabierto la ventana de Marruecos, las fronteras de Ceuta y Melilla, que también nos interesan, la frontera de Tánger, Nador, y las líneas que tenemos en Francia. Es muy buena noticia porque el flujo de pasajeros volverá y nosotros podremos rentabilizar mucho mejor la cornisa del norte de África”, afirmó Adolfo en una entrevista concedida hoy al diario La Vanguardia.
La reapertura de las fronteras terrestre entre Marruecos y las dos ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla ayer martes tendría un impacto positivo en la circulación marítima entre ambas ciudades y la Península Ibérica.
“Es evidente que con el cierre de fronteras nos hemos adaptado porque solo podíamos llevar mercancías, y por eso hemos subido un 100%. Espero el efecto de la apertura de las fronteras de Ceuta y Melilla, porque hemos ganado los concursos y los contratos del Estado, que nos han costado dinero con el precio del combustible que había establecido, que era más bajo”, explicó el empresario español.
