Rue20 Español/ Mohammedia
Gracias a la nueva dinámica positiva que atraviesa el diferendo del Sáhara, tras la decisión histórica de EE.UU, Francia, Alemania y España de apoyar el Plan de Autonomía planteado por Marruecos desde 2007, hoy es posible solucionar este problema si el Polisario y Argelia están dispuestos a colaborar.
La Autonomía es una Iniciativa auténtica y democrática que cada día atrae a más países. A pesar de algunas reservas en las formas, no en el fondo, la mayoría de los diplomáticos y expertos están de acuerdo en que la Autonomía es la única salida a este callejón sin salida desde 1975.
Las nuevas circunstancias ofrecen una oportunidad de oro para acabar con este problema de una vez por todas.
«Existe una salida viable si la diplomacia española se moviliza a fondo junto a otros países europeos, EE UU y la ONU, para promover un nuevo proceso que trate de convencer a ambas partes, y a Argelia, de una vía autonomista aceptable para todos», afirmó Carmelo Angulo, exembajador de España en varios países y presidente de UNICEF-Comité Español, en un análisis publicado hoy por El País.
El diplomático cree que «inicialmente parece obvio que Marruecos nunca aceptará» el referéndum.
Reconoce implícitamente la apuesta perdida de Argelia y el Polisario en este asunto. Los dos están perdiendo la puja contra Marruecos.
«Asimismo, el Frente Polisario, dada la diferencia de medios militares, nunca podría ganar la guerra, ni Argelia se arriesgaría a enfrentarse a Marruecos defendiéndole. Muchos cuestionan que un núcleo de población tan limitada y dispersa pueda aspirar a conformar un Estado viable. Pero esa comunidad saharaui, que malvive, necesita un futuro digno. En conclusión, el conflicto no tiene hoy día salida a la vista y la mediación de la ONU ha sido hasta ahora incapaz de encauzar el proceso», explicó.
El diplomático confiesa que las aspiraciones separatistas del Polisario podrían amenazar la estabilidad de la región. Así llama a España, EE.UU y la UE a mojarse para solucionar el diferendo basándose en una «Autonomía auténtica».
«En resumen, un rompecabezas que puede estallar en varios frentes. Ante tamaño desafío existe la posibilidad de que nuestra diplomacia se movilice a fondo junto a otros países europeos, EE UU y la ONU, para promover un nuevo proceso que trate de convencer a ambas partes, y a Argelia, que una autonomía auténtica es posible, propuesta que ya fue sondeada discretamente de manera oficiosa por canales diplomáticos desde 1987, con resultados negativos», defendió.
El diplomático español deja muy claro que Marruecos es abierto al diálogo, un país con que se pueden dialogar. A diferencia del Polisario que tiene una postura dogmática y que no es dueño de su decisión. Los hilos del Polisario los mueven los generales argelinos.
«Pero si bien el Frente Polisario estaría lejos de poder sentarse en una mesa con Marruecos, correspondería a este país colocar en la agenda una propuesta que efectivamente sea “seria, realista y creíble” y lanzar algunos mensajes atractivos hacia esas poblaciones saharauis desplazadas», dijo.
«Un consorcio de países potentes (modelo Contadora) podría supervisar el proceso por un periodo de tiempo, para garantizar unas fórmulas aceptables y sólidas de inserción de la comunidad saharaui. Puede ser un ejercicio innovador de diplomacia que piensa en términos estratégicos pero tomando en cuenta las nuevas orientaciones de la Agenda 2030», aclaró el embajador.
Una solución basada en la Autonomía «liberaría a la región de una tensión grave a las puertas de Europa, quitaría a Argelia el peso de una causa de dudoso futuro y daría al pueblo saharaui y a sus jóvenes una expectativa de vida razonable. Otro valor añadido sería el restablecimiento de la relación entre Marruecos y Argelia, y traería estabilidad al Norte de África, que para España y Europa es vital de cara a establecer una nueva política de cooperación renovada en el Magreb, en la lucha antiterrorista y el control migratorio taponando incluso el frágil Sahel. En resumen, una llave importante la tiene Marruecos que debería dar un paso y ofrecer alguna fórmula generosa acorde con las resoluciones de la ONU. Las demás partes deben también moverse», concluyó el embajador.
La mayoría de los diplomáticos españoles encabezados por Jorge Dezcallar, ex embajador español en Rabat, Washington y Vaticano, reconoce siempre que las aspiraciones separatistas del Polisario y Argelia son imposible. Los mismos confiesan que la única salida es una solución política bajo soberanía marroquí.