Rue20 Español/ Casablanca
La decisión histórica del Gobierno español, el viernes pasado, de reconocer la marroquinidad del Sáhara sigue ocupando una parte muy importante de la agenda política y mediática en España, a pesar de la guerra en Ucrania.
Como era esperado, se habló y se escribió mucho sobre el asunto, pero todas las reflexiones han llegado a la conclusión de que estamos ante una postura española realista.
Jorge Dezcallar, exembajador español y colaborador de Agenda Pública, se sumó a la mayoría de los españoles sin pasar por alto la posibilidad de una reacción negativa de Argelia. si el gobierno español tuvo sus razones y con razón, Dezcallar tuvo también sus razones, pero con razón en una parte, y sin ella en otra.
“Le doy, sin embargo, la razón (a la Moncloa) en lo de “realista”, porque un referéndum de autodeterminación (en el Sáhara) implica dificultades técnicas difícilmente superables y además Marruecos nunca lo permitirá y, por otro lado, las partes llevan 47 años tirándose los trastos a la cabeza sin que se vislumbre un atisbo de acuerdo”, afirmó el exembajador español en Rabat en un análisis publicado ayer en el diario El País.
Señalo también que “la marroquinidad del Sáhara es algo que nadie discute en Marruecos; es una causa nacional, y allí piensan que ofrecer un referéndum ya es mucho”.
“Vaya por delante que apoyar la autonomía que el rey Mohamed VI ofreció en 2007 me parece una opción política legítima y también realista si nuestros intereses así lo aconsejan, pero siendo conscientes de que nos apartamos de la legalidad internacional y de la propia postura sobre el Sáhara que hemos mantenido desde su abandono en 1975. Y eso hay que explicarlo muy bien, porque España tiene en el Sáhara responsabilidades que no tienen Francia o Estados Unidos”, alegó en otra parte.
Además, cree que el Gobierno español “debe tener buenas razones para obrar como lo ha hecho y ahí están los últimos quince meses de tensión con Marruecos”.
Por otra parte, avisó de una posible venganza de Argelia. Dezcallar reconoce que Argelia es una parte en el conflicto del Sahara. “Se dirá que ahora normalizaremos la relación con Marruecos y es cierto, pero también se complicará mucho la que tenemos con Argelia. Será difícil no salir malparados”, dijo.