Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
En los últimos años, el tema de la inmigración ha ido adquiriendo una notable relevancia tanto en el debate político como en los medios de comunicación y los estudios sociológicos.
Asimismo, este fenómeno se ha ido integrando en el discurso literario, creando una nueva forma de hacer literatura, con una serie de características que promueven otra percepción de los movimientos migratorios, según desveló Letralia.
Najat El Hachmi es, actualmente, una de las escritoras conocida por su atrevimiento, su rebeldía y su inefable estilo de describir todo lo que le rodea.
Najat es mucho más que una ganadora del Premio Nadal. Es escritora de origen marroquí (amazigh) y una de las voces más críticas contra el islamismo radical, la opresión y la discriminación de las mujeres.
Najat El Hachmi, se ha hecho muy famosa por sus reflexiones sobre la identidad y la integración, el feminismo y hecho de ser mujer, el machismo y su rebeldía contra el velo islámico.
En sus libros, Najat, describe sus historias con un estilo realista y desde una perspectiva crítica, sus novelas se destacan por su madurez y su calidad narrativa.
La ganadora marroquí del Premio Nadal, Najat El Hachmi, apareció de nuevo en un nuevo artículo titulado «De mora de mierda a Premio Nadal». En este artículo Najat habló de su larga trayectoria, su vida y su inmigración.
“Me encanta cómo va cambiando el paisaje, el hecho de que vayan discurriendo los hechos”, dijo Najat.
“Me impactó muchísimo, antes nunca me había subido a un tren. Habíamos pasado la noche en un ferry, viajado en autocar desde Málaga hasta Barcelona y el último trayecto fue el del tren. Era como ir llegando a un destino, a una vida completamente nueva”, añadió.
La escritora hispano-marroquí utilizó su literatura como herramienta ante la tendencia de la sociedad de convertir a las mujeres migrantes en objetos de estudio.
El Hachmi, que ya cuenta con cinco libros publicados, hace lo mismo que cualquier escritor: echar mano de lo que tiene alrededor y de sus experiencias para contar una historia.
“Era una de las pocas formas de salir de la ciudad pequeñita en la que crecí, de estar en otros sitios donde nadie te conocía. Además, yo no conduzco, con lo cual el tren siempre ha sido un poco esa esperanza en un mundo distinto, en una vida diferente, la posibilidad de salir al anonimato y a esa libertad en la que nadie controla lo que haces o lo que dejas de hacer”, reveló El Hachmi a la periodista Joana Bonet en la serie de 12 entrevistas Mujeres y Viajeras de Renfe.
Es de destacar que la ganadora del Premio Nadal, cuando tenía 8 años, se trasladó con su madre y hermanos a Vic, en la provincia de Barcelona, donde creció y estudió hasta licenciarse en Filología árabe por la Universidad Autónoma.
La escritora rifeña ya había dado voz a la inmigración en su novela ‘La hija extranjera’. Novela en la que, Najat, relató el conflicto al que se enfrentó una adolescente al rechazar, por una parte, la tradición y sus orígenes inculcados por su madre y, por otra parte, al observar que aquel país de acogida, del que ella se sentía parte integrante, no es ni tan acogedor ni tan ideal como ella lo había imaginado y deseado.
“Creo que esa sensación de pertenencia y arraigo la tenemos, sobre todo, con personas concretas. Cuando hablamos de ser de un lugar, en realidad nos referimos a ser de unas personas que están o que estuvieron en ese lugar. Hoy, tengo muy claro que pertenezco a las personas que quiero y a las personas que me quieren”, dijo Najat.
Najat refleja en cada palabra la doble dificultad que afrontan los extranjeros, por un lado, vivir en un barrio de mayoría inmigrante y segregado urbanísticamente; y por otro, pertenecer a un mundo en el que la emancipación e independencia de la mujer es fuertemente cuestionada.
«Mora de mierda vete a tu país, es lo primero que sale cuando te quieren rechazar«, afirmó Najat.
Cabe decir que para Najat, escribir responde al intento de plasmar en una creación literaria una realidad que no se ve normalmente.
