Rue20 español/ Casablanca
Muchas cosas se habían caído por el camino entre Marruecos y España tras la acogida clandestina del presunto líder del Polisario, Brahim Gali, por la Moncloa bajo identidad falsa el pasado abril de 2021. Pero la cooperación de seguridad y en la lucha contra la inmigración sigue a salvo de los vendavales políticos y diplomáticos.
Esta semana dos grupos de 2.500 y 1.200 inmigrantes han protagonizado, respectivamente, dos saltos a la valla de la ciudad ocupada de Melilla, de los que casi 900 han logrado su objetivo. Otra vez la colaboración de Marruecos evitó lo peor.
“Se trata de hechos muy preocupantes”, reconoce el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, en una entrevista concedida hoy al diario El País.
“Inmediatamente que me entero a través del ministro del Interior, entramos en contacto con las autoridades marroquíes y me consta que en estos momentos la situación se ha reconducido», explicó.
Durante muchos meses”, agrega, “no habíamos tenido este tipo de asaltos y se habían podido siempre gestionar conjuntamente con las autoridades marroquíes. Esto pone de relieve la necesidad de trabajar Marruecos y España para gestionar este tipo de situaciones, que evidentemente son muy preocupantes”, concluye Albares.