Rue20 Español / Mequínez
Después de poner fin al comercio atípico (contrabando) en la región norteña, en el que España se beneficiaba de millones de euros a través de las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla, el Reino de Marruecos se movilizó para proteger su economía en la región.
Una de las medidas adoptadas por el Reino al respecto es la creación de la zona económica y comercial de Fnideq (Tetuán).
El último informe del Instituto Marroquí de Inteligencia Estratégica (IMIS) explica que las autoridades marroquíes adoptaron un comportamiento más bien ambivalente de cara a “los flujos comerciales ilegales, por consideraciones sociales principalmente”, informó El Faro de Melilla.
Según las estimaciones de la Dirección General de Aduanas e Impuestos Indirectos, el contrabando entre Ceuta y Castillejos representaba entre 6 y 8 mil millones de dirhams, lo que supone entre 550 y 750 millones de euros en los últimos años.
Respecto a impuestos, Melilla pasó de recaudar 52 millones de euros en impuestos en 2019 a 35 millones en 2020.
El informe del IMIS subraya también que pese a la firma de Tratados de Libre Comercio (TLC) de Marruecos con 56 países, incluida la Unión Europea, los productos de las dos ciudades no se consideran como procedentes de ésta.
Resaltan que dado esto, los bultos que cruzaban cada día los pasos de Ceuta y Melilla “no se benefician de las mismas reducciones y exenciones que los aplicados a las mercancías europeas”.
Estiman que había entre 12.000 y 15.000 contrabandistas solo entre Ceuta y Marruecos y en la zona de Melilla había hasta 5.000.
Desde el IMIS explican que el contrabando es una práctica profundamente arraigada en la mente de quienes lo practican en el día a día y por ello creen que “es fundamental realizar acciones de sensibilización a la población a menudo, generalmente reticente a adoptar las alternativas laborales propuestas” por las autoridades marroquíes.
Por otro lado, cabe señalar que desde que el Reino de Marruecos eliminó el contrabando, las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla no dejan de sufrir especialmente a nivel económico.
A eso se añade la falta de alternativas económicas eficaces por parte de las autoridades españolas para recuperar lo que hay que recuperar en estas dos ciudades que siguen abandonadas a su suerte.
Otro factor muy clave que entra en juego también es el cierre de las fronteras con Marruecos, lo que ha repercutido negativamente en el sector económico de ambas ciudades.
