Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
La gastronomía marroquí, en su diversidad y delicadeza, se encuentra entre las mejores del mundo. Esto se debe a la interacción del Reino con el mundo a lo largo de los siglos.
En la gastronomía marroquí hay una mezcla de la cocina amazigh y árabe, procedente del Magreb, Oriente Medio, Mediterráneo y África, lo que la convierte en la primera del mundo árabe y la segunda a nivel mundial tras la gastronomía francesa, según WorldSIM Travel Blog.
De hecho, la cocina marroquí no está congelada en el tiempo, vive y evoluciona con el tiempo conservando los gestos, técnicas y aprendiendo de los antepasados. Cada uno aporta su propio toque para personalizar un plato y así contribuir a la influencia de la gastronomía marroquí.
El éxito de la cocina marroquí, reconocida hoy como una de las mejores del mundo, radica en su capacidad de casar sabores, aromas y especias.
Un plato marroquí es una invitación para todos los sentidos: desde el olfato hasta la vista y el gusto, según reveló Royalmansour.
Cabe decir que la cocina marroquí proviene de un saber hacer ancestral y productos locales de gran calidad. Se caracteriza por la combinación adecuada de especias, como la canela o el azafrán, el azahar, la miel, la menta, las aceitunas realzan deliciosamente las ensaladas y los platos de carne.
Bastela es la tercera gran especialidad marroquí. La Bastela es un plato típico de la ciudad imperial Fez. También llamada bastilla, es uno de los platos marroquíes más famosos y llamativos.
Es de señalar que el término Bastela es de origen español, derivado del término pasta (paste, en francés), según Foodeals.
La versión tradicional está hecha de carne de palomas, pero todavía hay varias variaciones. Bastela se sirve en fiestas y recepciones, puede ser dulce o salado, siendo esta última la más común.
Este plato es un bizcocho de hojaldre, elaborado con láminas de hojaldre y relleno de pichón o pollo picado, antes de espolvorearlo con azúcar y canela.
La Bastela más clásica es la de pichón, pero también se prepara con carne, marisco, frutos secos…
Como todos los platos esenciales de la cocina marroquí, la Bastela tiene su origen en las llamadas ‘diffas’: los banquetes que se celebraban en los palacios como bienvenida a los peregrinos que regresaban de La Meca. Pero las ‘diffas’ también se refieren a los grandes eventos sociales de la cultura árabe, como las bodas, nacimientos y festividades religiosas.
Sin embargo, el rabino Robert Sternberg, en su libro sobre gastronomía, titulado «La Cocina Sefardí», explica que la pastilla es un plato moruno que llegó a Marruecos a través de los musulmanes andaluces y que copiaron los judíos de Marruecos.
Receta:
Para preparar la Bastela marroquí se necesita hojas del mismo nombre, una cebolla picada, 2 o 3 dientes de ajo picados, dos cucharaditas de raíz de jengibre fresco, una cucharadita de comino en polvo, cucharadita de cilantro en polvo, 500 g de pollo cocido y desmigado, 60 g de almendras fileteadas tostadas, 50 g de cilantro fresco picado (opcional), 20 g de perejil fresco picado.
Se necesita también, cucharadita de ralladura de limón,1 huevo, 2 cucharadas de agua o caldo, 50 g de mantequilla fundida, 1 cucharadita de azúcar, ¼ cucharadita de canela en polvo.
En la primera etapa hay que traer una cazuela, rehogar el ajo, la cebolla y el jengibre muy picados con un poquito de aceite.
Una vez estén tiernos, añadir el comino, y el cilantro en polvo y remover unos minutos más. Retirar del fuego e incorporar entonces el pollo, las almendras, el cilantro y perejil frescos y la ralladura de limón. Dejar enfriar unos minutos y añadir el huevo batido y las dos cucharadas de agua o caldo. Según detalló Vanitatis.
Engrasar la bandeja del horno. Poner sobre ella una hoja de Bastela, pintarla con la mantequilla fundida, cubrirla con otra y repetir esta operación con 6 hojas.
Disponer el relleno de pollo en el centro de la preparación de la hoja Bastela, dejando 5 cm de margen en los bordes sin masa. Cerrar sobre el relleno dejando el centro abierto como un volcán. Cubrir con las tres hojas restantes y “remeter” para que mantenga la forma redondeada, según añadió la misma fuente.
En fin, Hornear 25 minutos aproximadamente o hasta que la masa esté dorada y crujiente. Mezclar el azúcar con la canela en polvo y espolvorear sobre la superficie de la tarta con la ayuda de un colador pequeño.
Cabe decir que la Bastela es una invitación al viaje a través del sabor, un plato con raíces que nos conecta con nuestro pasado histórico y que fusiona las tres orillas del Mediterráneo.