Rue20 Español/ Mohammadia
Toufiq Slimani
La política exterior de Marruecos es una competencia exclusiva de la Presidencia del Estado. En este caso es una competencia del Rey Mohamed Sexto. Las líneas generales de la diplomacia no se cambian con el cambio de los Gobiernos ni mucho menos de los embajadores. Pero, cada diplomático tiene su pinta y sus efectos que pueden ser buenos o malos.
Marruecos es consciente que tiene cuatro embajadas muy sensibles e importantes: París, Washington, Bruselas (UE) y Madrid.
La diplomacia marroquí en estos cuatro países está bajo la lupa del Ministerio de Exteriores liderado por el ministro Nasser Bourita desde 2017.
Por lo tanto, las decisiones estratégicas de Marruecos no están en manos de los embajadores. La mejor muestra ha sido la inacabada crisis hispano-marroquí.
La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, no es una excepción. Su nombramiento en 2017 y su vuelta a Rabat el pasado mes de mayo, forman parte de las decisiones soberanas y estratégicas del Reino.
La noticia adelantada por el diario español Okdiario bajo título de “Marruecos releva al equipo de confianza de su embajadora en España”, no es falsa, pero algunas razones no son correctas.
La decisión del relevo del ‘staff’ de confianza de la embajadora no tiene nada que ver con la postura de Marruecos hacia España desde la acogida clandestina del presunto líder del Polisario, Brahim Gali, por la Moncloa, en hospital de Zaragzo el pasado 18 de abril.
“Las relaciones entre España y Marruecos están a punto de dar el mayor giro de los últimos años. Después de las maltrechas relaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez desde prácticamente 2018 y agudizadas el pasado año tras la entrada a escondidas del líder del Polisario, Brahim Ghali, y la avalancha migratoria en Ceuta, el país vecino es consciente de que con la representación diplomática actual los problemas siguen enquistados. Por ello, ha iniciado un proceso de relevos que afecta de lleno al equipo de confianza de la actual embajadora, Karima Benyaich, personas que incluso la acompañan desde sus tiempos como embajadora en Portugal”, escribió Okdiario el pasado 1 de febrero.
Sin embargo, “El relevo del staff de confianza de Karima Benyaich no tiene nada que ver con la postura de Marruecos hacia España tras la crisis actual desatada por el llamado Caso Gali, sino está relacionada directamente con la embajadora misma”, dice una fuente muy conocedora de las relaciones hispano-marroquíes a Rue20 Español.
“Algunos han interpretado este relevo como una llamada marroquí a la reconciliación inmediata sin resolver las verdaderas causas de la crisis. Están equivocados. No hay que confundir la duradera estancia de la embajadora en Rabat y el relevo de su staff con el estado actual de la crisis entre ambos países. La nueva medida afecta solo a la embajadora”, explica la misma fuente.¿Cómo? Es un mensaje directo a la embajadora: su misión en Madrid ha terminado, insinúa la fuente.
“Pero eso no significa que Marruecos está dispuesto a volver a la senda de la normalidad diplomática a la baja. Rabat ha confirmado más de una vez que quiere abrir una nueva e inédita etapa diplomática a condición de que esté basada en la claridad, la confianza y la credibilidad”, asegura la fuente.
Así, sin resolver la verdadera causa de la crisis, Marruecos no volverá a la normalidad pase lo que pase con la embajadora. El 20 de mayo de 2021, el ministro Naser Burita dijo que la embajadora no volverá a Madrid «mientras dure la crisis y la verdadera causa de la crisis». Un día después, la embajadora misma dijo que si Ghali sale de España como entró, empeorará la «grave crisis».
Por otra parte, La exclusiva de Okdiario tiene parte de la razón cuando dice que la embajadora no ha podido extender sus contactos, amistades y lazos más allá de los ya heredados de la época de Zapatero.
“Los contactos actuales de la embajadora están limitados a la vieja guardia del expresidente Rodríguez Zapatero, como son los casos de María Teresa Fernández de la Vega y Carmen Calvo, esta última justamente aparentemente detrás de la operativa del caso Ghali junto a la exministra de Exteriores, González Laya”, informó OKdiario.
“La embajadora no ha podido entablar relaciones con los partidos políticos y la sociedad civil de España, sobre todo, con la izquierda. La embajadora mantiene buenas relaciones con la élite española, sobre todo, los empresarios y la vieja guardia del PSOE y PP”, aclaró la misma fuente a Rue20 español.
Siempre hay razones para todo. La decisión del relevo del staff de la embajadora es de carácter regulatorio e interno. Benyaich nacida en Tetuán hace 61 años, ya cumplió los cuatro años (primer mandato) en su puesto. No renovarle es un mensaje a la embajadora más que una posible llamada a una posible reconciliación a la baja. Karima ha sido embajadora en Portugal desde 2008 hasta el pasado 2017.
Tras cuatro años en España, “la dama de hierro de la diplomacia marroquí” o “la princesa de la diplomacia”- como la llama la prensa española- ya no podrá volver a Madrid como embajadora, salvo sorpresas grandes.