Rue20 Español / Mequínez
La diplomacia de España sigue transmitiendo señales de reconciliación y de optimismo para poder salir cuanto antes de la crisis diplomática entre Rabat y Madrid.
Pero hasta ahora son solamente palabras. Lo que se necesita hoy por hoy, para zanjar esta crisis bilateral, es la práctica.
Dicho de otra forma, hay que poner en marcha estas «maravillosas» declaraciones y buenas intenciones.
España ya sabe de antemano lo que quiere Marruecos para acabar de una vez por todas con estas tensiones diplomáticas, nos referimos, especialmente, a la cuestión del Sáhara marroquí.
En este contexto, el Ministerio español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, ha vuelto a insistir en que la relación con Marruecos está mejorando al ritmo que tiene que hacerlo para lograr forjar la «relación del siglo XXI» que los dos países tienen en mente.
Sin embargo, para ello se necesita tiempo y también discreción, de ahí que el Gobierno español no quiera entrar en mucho detalle sobre sus gestiones para no echar por tierra los esfuerzos realizados, según han explicado fuentes de Exteriores a Europa Press.
Las mismas fuentes han subrayado que hay que poner la situación en perspectiva y tener en cuenta que ambos países vienen de «una crisis muy profunda» pero ahora están inmersos en sentar las bases de una nueva relación, como han señalado ambos monarcas, primero Mohamed VI en agosto y luego Felipe VI en enero.
Las fuentes de Exteriores han indicado también que hay que garantizar una nueva relación que no se vea jalonada de crisis cada pocos años y para ello «hay que generar confianza».
«Generar confianza puede llevar años pero se puede perder en un minuto», agregan.
En cambio, han evitado entrar en detalles sobre las gestiones concretas que se están realizando con el Reino de Marruecos en temas de interés para España, informó la agencia Europa Press.
Lo importante es «anunciar las cosas cuando sucedan para que no se frustren», subrayan.
