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Ismail El Khouaja
La diplomacia española va contrarreloj para solucionar la crisis diplomática con Marruecos, por cuestiones económicas más que diplomáticas.
A nivel diplomático, hasta el momento España solo emite discursos reconciliadores vacíos de significado por parte de Marruecos, que tiene decidido poner fin a la política de doble rasero española.
A nivel económico, España siente el calor del cierre de las conexiones marítimas por Marruecos, tras dos años de crisis. Se aproxima la Semana Santa y posteriormente la Operación Paso del Estrecho (OPE, Marhba en árabe), y las agencias de viajes españolas y los puertos de Algeciras y de Tarifa en llamas.
«Ingresos cero desde que Marruecos cerrara sus conexiones marítimas por la pandemia, por lo que la decisión de mantener vetada la llegada de barcos de pasajeros deja en una situación límite a trece agencias de viaje», revela hoy canalsur
Los trabajadores no descartan «movilizaciones», según ha recalcado la misma fuente, porque son conscientes de que el verdadero motivo es político y no tiene relación con la pandemia Covid-19.
El gobierno socialista de Pedro Sánchez hace oídos sordos a la situación económica del sur de España, dañada por la crisis hispano-marroquí desatada por la entrada en España del presunto líder del Polisario, acusado de genocidio y lesa humanidad.
Esta crisis evidencia que el efecto marroquí iguala casi al efecto del gas argelino, por lo cual, cualquier decisión de cara al futuro bajo presión del régimen militar, España tiene que tomar una decisión sabia para con Marruecos, primer socio comercial para España. De momento.