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Meryem Ghoua
La ganadora del Premio Nadal, Najat El Hachmi, surge de nuevo en el diario El Tiempo, hablando de la obsesión de ser bellas y jóvenes y de cómo sacar ventaja de ello.
La dismorfofobia o trastorno dismórfico corporal puede llegar a limitar mucho la vida de la persona que lo padece y ocupar mucho de su tiempo.
La obsesión por la apariencia física, por ser bellas se está extendiendo cada vez más entre los jóvenes, sobre todo.
De hecho, la escritora rifeña (de Nador) ve que esta obsesión es la consecuencia de una sociedad que lo va mercantilizando todo.
«Hay una industria que se ha dedicado a crear necesidades que no existían. Esto está unido a un malestar propio del mundo de la velocidad, del aislamiento, de la ruptura de los vínculos afectivos», comentó Najat.
Hoy en día, esta patología va más allá de la obsesión por la belleza y la imagen corporal y cruzó el límite, concretamente, entre las mujeres.
Sin embargo, en un mundo hiperconectado, las redes sociales y la televisión han potenciado esta preocupación por mantener un perfeccionismo físico que resulta preocupante tanto por su impacto social como por el psicológico, según reveló Psicologiaymente.
Para Najat El Hachmi, esta obsesión mana, entre las mujeres, de la idea de que el lugar que ocupan las mujeres en el mundo y el papel que desempeñan no es justo y de que siempre están obligadas a luchar para que transmitan su voz a la sociedad.
Esto quiere decir que la belleza no deja de ser un estado de ánimo que, de una u otra manera, depende de la autoestima y a su vez, uno de los factores que repercute en la autoestima es el verse y sentirse bien.
Eso lo vemos muy claro y evidente cuando una chica busca trabajo, si es fea la rechazan y si es hermosa, aunque no tiene nada que ver con el puesto, la aceptan con mucho gusto. Es un gesto que lo resume todo.
Por lo tanto, la belleza tiene un impacto psicológico, social e incluso político muy notable.
Otro ejemplo que dice que los estudios han revelado que la belleza física tiene influencia directa de importancia pues a las personas que se les considera atractivas se les atribuye que son más confiables y buenas personas que las que no se perciben atractivas, según afirmó Blazquez y Garate.
«Si inviertes en belleza, en todo te va a ir bien, te va a ir mejor», subrayó la Ganadora del Premio Nadal, El Hachmi.
Por desgracia, entre tantos productos, antifaces y mascaras se es duro ver la belleza natural ¿Acaso la gente se olvidó de algo llamado belleza interna?
«Hoy, entre tanta máscara, es difícil reconocer la belleza natural», lamentó la escritora hispanomarroquí.
Como siempre, Najat no olvidó revelarse una vez más contra el velo islámico y defender a las mujeres que sufren de la discriminación y esas jóvenes que llevan décadas luchando por conquistar pequeñas parcelas de libertad.
Por otra parte, en una pregunta del diario El Tiempo a Najat, está última aseguró que la identidad desempeña un papel fundamental de su relato.
«Claro que soy catalana, pero defiendo que hay muchas formas de entender esa catalanidad y la mía es una catalanidad inclusiva, abierta al mundo», desveló.
«También soy española. Dentro de esa españolidad, me tocó la catalanidad. Luego, como marroquí también tengo muchos matices, porque vengo de una zona del norte, que tiene una lengua distinta a la que se habla en Marruecos», añadió Najat.
En fin, Najat concluyó sus palabras con una descripción muy bonita del acto de escribir, diciendo que escribir es amar, así de simple. Es decir sin el amor, no podemos hacer nada.
«Es una proyección hacia el otro, un querer entregar, un querer ofrecer algo, y a la vez requiere una confianza y una esperanza en que el lector podrá recoger esa entrega que yo le haga. Escribir, y lo que escribo, es lo que más y mejor me define. Mucho más que haber nacido en algún sitio, haber crecido en algún lugar. Incluso te diría que más que ser mujer», concluyó.
Cabe recordar que Najat El Hachmi es una escritora de origen marroquí establecida en España. En sus libros, Najat, describe sus historias con un estilo realista y desde una perspectiva crítica, sus novelas se destacan por su madurez y su calidad narrativa.
