Rue20 Español / Mequínez
Marruecos y España siguen viviendo una crisis diplomática sin precedentes desde la entrada clandestina e ilegal del presunto líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, a la ciudad española de Logroño.
Pese al cambio en el Ministerio de Exteriores de España, con el nombramiento del ministro José Manuel Albares en lugar de Arancha González Laya, nada ha cambiado a nivel de la crisis diplomática entre los dos países vecinos.
Mientras tanto, el ministro español de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, continúa emitiendo señales positivas y optimistas respecto a las relaciones hispano-marroquíes.
En este sentido, hablando del estado actual de las relaciones entre Rabat y Madrid, José Manuel Albares, dijo, en una entrevista concedida a «elDiario.es», que «la relación entre España y Marruecos es una relación rica y compleja en el mejor sentido de la palabra, con un entramado de intereses y de distintos aspectos que tenemos que avanzar».
«Estamos construyendo una relación del siglo XXI y estamos mirando hacia el futuro», subrayó.
«Yo me quedo con las palabras del rey de Marruecos el día 21 de agosto. Es raro que el rey de Marruecos cite a un país en concreto en sus discursos y tampoco toma la palabra muy a menudo. Lo hizo hablando del tipo de relación que él quiere con España, que es precisamente esta y animando al diálogo entre nuestros dos países. Me quedo también con la respuesta que dio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la base de Torrejón de Ardoz al día siguiente, flanqueado por el presidente del Consejo Europeo y por la presidenta de la Comisión», agregó.
En esta entrevista, el ministro de Exteriores español volvió a afirmar que tiene una muy buena interlocución con el ministro de Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita.
«Mi relación con mi homólogo es muy fluida y es probablemente el ministro de Asuntos Exteriores del mundo con el que tengo un mayor número de conversaciones y de contactos», dijo.
Sobre la vuelta de la Embajadora marroquí, Karima Benyaich, a Madrid, el jefe de la diplomacia española dijo que es «una decisión y es una respuesta que solo le puede dar Marruecos».
«La Embajada de Marruecos en España está abierta y hay un encargado de negocios al frente de ella. Por supuesto que me gustaría y desearía que la Embajadora de Marruecos regresara, pero la relación entre el ministro de Asuntos Exteriores de España y la Embajada de Marruecos aquí y su encargado de negocios es muy fluida. Exactamente igual que la embajada de España en Rabat con el ministro de Asuntos Exteriores y los distintos ministerios marroquíes», señaló.
Respondiendo a la pregunta «clave» en la entrevista, «¿Qué cree que falta para que se produzca ese regreso?», el sucesor de Arancha González Laya no tuvo la valentía de poner el dedo sobre la llaga, sino que prefirió andar por las ramas.
Ésta es su respuesta:
«Bueno, necesitamos a las dos partes, que sigamos avanzando y lo importante es establecer esa relación, establecer esos distintos puntos en los que queremos cooperar, porque es mutuamente beneficioso para ambas partes.
Tenemos que evitar ambas partes cualquier tipo de acción unilateral que pueda desestabilizar la confianza del otro, y yo estoy seguro de que más pronto que tarde daremos los pasos para consolidar esa relación del siglo XXI. La diplomacia necesita tiempo y a veces también necesita paciencia, pero siempre da sus frutos».
Mientras que el quid de la cuestión es el Sáhara marroquí, dicho de otra manera, no se puede superar la crisis diplomática que existe actualmente entre ambos países hasta que España cambie positivamente su postura en torno al conflicto del Sáhara y deje de apoyar al Frente Polisario separatista.
Aunque Albares recordó que durante su reunión en diciembre con el nuevo enviado de la ONU para el Sahara, Staffan de Mistura, le trasladó a este último «el pleno apoyo de España para poner fin a un conflicto que ya dura demasiado y al que hay que encontrar una solución».
Según el ministro español, «España va a estar siempre a favor de encontrar una solución entre las distintas opciones que están avaladas por las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que sea una solución mutuamente aceptable para las partes, que sea política. No podemos seguir más décadas con este conflicto abierto«.
Pero todas estas declaraciones son, hasta ahora, papel mojado, ya que la teoría y la práctica de España, respecto a esta cuestión, son contradictorias. Prueba de ello, la acogida secreta del presunto líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que tuvo lugar el año pasado.
En lo que atañe a la inmigración irregular, durante la entrevista con «elDiario.es», Albares aprovechó para elogiar el gran papel que desempeña Marruecos para canalizar los flujos migratorios irregulares.
«Solamente en el periodo de Navidad, en un periodo de unos 15 días, se ha impedido el salto a las vallas de Ceuta y Melilla de más de 1.000 personas.
Eso sería muy difícil conseguirlo sin la colaboración de Marruecos y es lo que le hace un socio estratégico para España y también para Europa. Evidentemente no me conformo con eso, sino que quiero ir a más. Y entiendo que también Marruecos está en esa línea», dijo.