Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
El responsable de la Empresa General de Puertos del Estado en España, Álvaro Rodríguez Dabina, ha subrayado la necesidad de tomar las medidas necesarias dentro de la Unión Europea, para evitar la “fuga” de tráfico de los puertos españoles, especialmente del puerto de Algeciras , hacia el puerto de Tánger Med.
Eso se debe a la imposición del nuevo sistema de control y del impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono en el transporte marítimo, que entrará en vigor a partir del próximo año 2023.
En un simposio auspiciado por la web Diario del Puerto, especializada en temas logísticos, Rodríguez Dabina, reveló que el sector del que es responsable ya trabaja en el marco de un frente común entre los tres españoles más afectados (Algeciras, Valencia y Barcelona) y con otros países de la Unión Europea.
Por lo que, eso tiene como objetivo hacer frente a las posibles repercusiones negativas del sistema de seguimiento de emisiones de dióxido de carbono, que se implantará progresivamente (2023-2026) en el tráfico marítimo.
El responsable español se refirió al nuevo sistema de control, que se apoya en dos mecanismos destinados a reducir la emisión de carbono del transporte marítimo en caso de que el nuevo procedimiento no se aplique a otros puertos fuera de la Unión.
El funcionario español expresó su preocupación porque esto supondría la pérdida del 60% de los envíos de contenedores y operaciones de transporte en el puerto de Algeciras a favor de Tánger Med si se aplica este procedimiento sin adoptar medidas de acompañamiento.
De hecho, Tánger Med se considera un competidor directo que amenaza con perder actividades marítimas en el puerto español.
Es fundamental que la Unión Europea trabaje para evitar el movimiento de tráfico a puertos que no tengan estas obligaciones ambientales, en una clara referencia al puerto de Tánger Med. Lo que supondrá una pérdida en la facturación de hasta 300 millones de euros anuales, lo que pondrá en peligro unos 1.600 puestos de trabajo directos, e incluso tendrá un impacto regional más amplio, a través de la pérdida de unos 4.200 puestos indirectos en Algeciras, según explicó Rodríguez Dabina.
