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Meryem Ghoua
El museo judío de Casablanca es un profundo indicio de la coexistencia de los judíos con los musulmanes en Marruecos. Su inauguración oficial tuvo lugar en 1997.
Pertenece a la Fundación del Patrimonio Cultural Judeo-Marroquí. Se trata de una iniciativa especial puesta en marcha por el Consejo de la Comunidad Judía de Marruecos con el apoyo del Gobierno de Marruecos para dar a conocer la cultura de los judíos marroquíes.
Antes de su inauguración el edificio fue un orfanato judío en 1948 y lo que más lo distingue del resto de los museos es que es el único de su tipo en el mundo árabe.
Se menciona que los judíos en Marruecos estaban distribuidos por todas las ciudades, campos y montañas, y todas las grandes ciudades tenían sus propias salinas como Fez, Meknes, Marrakech, Essaouira, Tánger, Asilah, Tetuán, Oujda, Rabat, Salé, Safi, Casablanca, Abi Jaad y Ouazzane, según informó Aawsat.
«Este museo ofrece un recorrido por las manifestaciones de la presencia judía durante más de dos mil años en Marruecos», comentó el diario marroquí Hespress.
Zohour Rahihel, la gobernadora del museo, atribuyó las razones del declive de los judíos en Marruecos a una serie de migraciones desde los finales de la década del treinta del siglo pasado, especialmente, cuando se anunció el establecimiento del Estado de Israel en 1948, mientras que el resto de sus migraciones estaban vinculadas a las guerras árabe-israelíes.
El Museo Etnográfico contiene algunos componentes de la herencia judía-marroquí local. Por ejemplo los trajes y vestimentas tradicionales, el caftán y el jilbab así como algunas adiciones, como el turbante negro.
El museo también exhibe joyas y todo lo relacionado con el culto religioso local y las tradiciones de los judíos marroquíes, porque la tradición judía en Marruecos es muy diferente a otras en Alemania, América y otros países.
El contexto cultural de la civilización marroquí tuvo una fuerte influencia en la práctica ritual y religiosa de los judíos.
Es más, el Museo Judío también tiene todas las grabaciones de cantantes judíos y banderas de música y canto judío en Marruecos como Salim Hilali, Sami El Maghribi, Zahra El Fassi y Maxime Crocchi.
Y hay un grupo de documentales y películas sobre judíos marroquíes, así como un grupo de manuscritos marroquíes escritos en dialecto marroquí pero en letras hebreas, y esto se considera una tradición entre los judíos mayores en Marruecos.
Hay libros muy antiguos en el museo, como el documento Azzouz Cohen, que es el único en el mundo y solo se encuentra en este museo, y lo escribió hacia 1933, y está escrito en árabe marroquí con letras hebreas, según añadió la misma fuente.
Cabe destacar que tanto este lugar como otros en Marruecos testimonian la presencia de los judíos en el país.