Rue20 Español / Khouribga
Reportaje de Jamal Bourfissi/ Fotografía: Mohamed Arbai/Traducción de Mohamed Charbi
A lo largo de los 54 km que separan las ciudades marroquíes Fkih Bensalah y Khouribga, se observan colinas de fosfato extraído de las minas que son abundantes en la región de Khouribga.
El fosfato es la principal riqueza económica de Marruecos, donde las rocas fosfóricas se procesan para extraer fósforo primario, que es una importante reserva para las industrias químicas.
El fosfato es la fuente natural de fósforo, que es uno de los tres principales nutrientes más utilizados en fertilizantes, junto con el nitrógeno y el potasio. El fósforo representa 25% de todos los nutrientes que las plantas necesitan para su crecimiento y desarrollo.
Los fosfatos también se pueden convertir en ácido fosfórico, que se usa en todos los alimentos y cosméticos incluso en alimentos de animales, así como en productos electrónicos.
En la capital del fosfato
Se puede ver desde lejos enormes máquinas de excavación, árboles forestales que amueblan el vasto espacio, y rocas sedimentarias formadas desde hace millones de años…
Khouribga representa el 43% de los fosfatos producidos en Marruecos, mientras que la tierra marroquí en general contiene el 75% de la riqueza de fosfatos a nivel mundial.
La ciudad de Khouribga fue fundada justo después del descubrimiento de fosfatos, en los años veinte del siglo pasado. La primera mina en Khouribga se inició en 1921, un año después del establecimiento de la Oficina Cherifiana de Fosfatos (OCP).
La ciudad tiene los depósitos de fosfato más ricos del mundo. La provincia de Khouribga tiene una riqueza mineral muy grande, que juega un papel importante en la economía nacional. A este respecto, la región ocupa el primer lugar a nivel nacional, teniendo una reserva de fosfatos muy importante.
En la región existen varias minas, sobre todo las minas de Sidi Chennane (cerca de la ciudad de Oued Zem), de Boulanouare, de Boujniba y de Hattan.
La capacidad de producción es de 38 millones de toneladas al año, y Marruecos busca elevar su producción anual para llegar a 50 millones de toneladas, así como aumentar la producción de fertilizantes fosfatados pasando de 3,5 millones de toneladas a 10 millones de toneladas anuales, y a 18 millones de toneladas para 2025.
Un desarrollo notable en logística e infraestructura
Durante las décadas previas al siglo I del tercer milenio, el transporte de fosfatos hasta Jorf Lasfar, que es el punto central de exportación hacia los cinco continentes, se realizaba en tren, lo que explica el alto costo del transporte y la lentitud del proceso en aquel entonces.
En 2014, se puso en marcha el oleoducto entre Khouribga y Jorf Lasfar, que transporta fosfato desde las minas a la planta donde se realiza tratamiento, de forma rápida y segura. Esta línea -que es considerada la línea de conducción por gravedad más larga del mundo- ahorra más de 3 millones de metros cúbicos de agua al año, así como una gran cantidad de energía.
En 1994, OCP inició la realización de un nuevo proyecto minero en Sidi Chennane, en la región de Khouribga. La construcción de la planta de ácido fosfórico purificado en Jorf Lasfar comenzó en 1996, mientras que la producción se inició en 1998.
En febrero de 2016, se inauguró en Jorf Lasfar la planta de producción de fertilizantes dedicada exclusivamente a África. La planta de procesamiento de Jorf Lasfar es el complejo de fertilizantes más grande del mundo.
La primera fase de esta planta se inauguró en 1984 y se ha ampliado varias veces en aquel entonces. Los productos se fabrican a partir de las rocas fosfóricas extraídas en Khouribga.
La producción y el desarrollo sostenible
La Oficina Cherifiana de Fosfatos apuesta mucho por la dimensión ambiental, vinculando la producción con el desarrollo sostenible, lo que explica el creciente interés de la Oficina en preservar el medio ambiente, y de ahí su interés también en rehabilitar sitios de extracción de fosfato de manera que se preserve el medio ambiente a través del proceso de forestación, donde 4 millones de árboles fueron plantados en un área de 3500 hectáreas desde 1994 por OCP como parte de su estrategia de desarrollo sostenible.
La plantación de algarrobos, argán, cactus y otros árboles, beneficia a los vecinos y las asociaciones cooperativas, especialmente los árboles de argán.
El proceso de forestación juega un papel importante en el mantenimiento del equilibrio ecológico, especialmente en esta zona que depende mucho de la agricultura, donde el 50% de las tierras son cultivables y el 20% son bosques, además del papel que juega la ganadería.
La rehabilitación de los sitios proporciona 2000 puestos de trabajo permanentes en el sector agrícola.
Khouribga, la capital de los fosfatos por excelencia
La provincia de Khouribga tiene las mayores reservas de fosfatos a nivel nacional, con un porcentaje de 43 %.
Cabe refutar aquí la desinformación practicada por los enemigos de la integridad territorial del Reino de Marruecos, a través de sus falsas alegaciones de explotación de las riquezas del Sáhara marroquí, en referencia a “Fos-Bucraa”, ya que este sitio constituye solo el 1% de la producción total a nivel nacional.
Cabe señalar aquí también las conclusiones sacadas por el Comité Parlamentario, tras la visita de campo realizada a la mina de “Fos-Bucraa” en El-Aaiún el 26 de junio de 2013, que concluyó que el porcentaje de fosfato disponible en “Bucraa” no supera el 1%.
Uso razonable de agua y reducción de emisiones de gases
Entre las importantes instalaciones que se construyeron en el marco de la racionalización de los recursos hídricos y energéticos, se encuentra la planta de tratamiento de agua de Khouribga.
El Grupo Cherifiano de Fosfatos está haciendo enormes esfuerzos para reducir el consumo de agua tradicional, depender de la electricidad limpia cien por cien y rehabilitar minas en beneficio de la región y la población.
La planta de tratamiento de agua de Khouribga, creada en 2009, encarna la voluntad del Grupo Cherifiano de Fosfatos de vincular la producción con el desarrollo sostenible y la preservación del medio ambiente, a través del trabajo que realiza para reducir la contaminación por carbono, además de beneficiar a la ciudad de muchos cosas positivas como la protección ideal del medio ambiente mediante la evitación de la descarga de aguas residuales en los espacios naturales, así como la valorización de los lodos.
La planta permite la producción racional de agua al preservar los recursos hídricos subterráneos de la ciudad y elevar la capacidad de producción a 5 millones de metros cúbicos para su uso en el lavado de fosfatos, además de crear espacios verdes dentro y fuera de la planta de tratamiento de agua para crear un paisaje natural armonioso.
El proyecto permite cubrir el 100 % de las necesidades industriales del grupo OCP, mediante la racionalización sostenible de los recursos hídricos en todas las etapas de producción.
En este sentido, la OCP se compromete a recuperar y reciclar más del 80 % del agua utilizada en los procesos de valorización, a través de un sistema continuo, mediante procesos de lavado-flotación a nivel de unidades de producción, además de contar con aguas no tradicionales para cubrir las necesidades hídricas del Grupo dejando de usar las aguas subterráneas como recurso estratégico para el Reino.
La planta de tratamiento de aguas residuales es un proyecto integral por excelencia, que permite el tratamiento de un caudal de aguas residuales de hasta 18.000 metros cúbicos diariamente.
El 30% de las necesidades actuales del Grupo son cubiertas con aguas no tradicionales en un momento en el que el OCP pretende cubrir el 100% del uso de los recursos hídricos no tradicionales para el 2030, facilitando aguas superficiales para el consumo en beneficio de la población.