18 C
Rabat
viernes, abril 19, 2024

Análisis. El único objetivo del régimen argelino: debilitar a Marruecos

 

Rue20 Español/ Mohammadia

 

- Anuncio -

Toufiq Slimani

 

Hay una enorme diferencia entre tener una causa justa y no tenerla. Marruecos tiene una causa justa e histórica. En cambio el régimen argelino tiene una causa de interés para mantenerse en el Poder. Hay otra diferencia entre el Pueblo argelino y el régimen militar.

 

El conflicto del Sáhara ha sido una invención combinada desde el Extranjero entre el Poder militar argelino, el régimen del difunto jefe libio Gadafi y algunos países occidentales.

- Anuncio -

 

Tras la caída del Gadafi en 2011, la llegada de los occidentales a la conclusión de la imposibilidad de crear un Estado satélite y débil, y la apuesta de la mayoría de los países africanos y latinoamericanos por la cooperación con Marruecos, Argelia navega sola con un apoyo cauteloso de Rusia. Rusia y algunos países europeos como es el caso de España y Alemania, son hoy parte del problema.

 

Mantener la misma vieja postura hacia el conflicto del Sáhara, sin tomar en consideración el nuevo contexto geopolítico regional e internacional, implica una apuesta por la perduración del conflicto.

 

Hoy estamos viviendo en un mundo dominado por el Poder de la información. La Inteligencia artificial y la información son las armas más sofisticadas del nuevo orden mundial. Hoy por hoy, no sobra con tener el Poder militar y económico. La información gobernará el nuevo mundo post-pandemia.

 

Actualmente, la información la tiene EE.UU. y China. Europa está fuera de juego. Rusia intenta, pero se ve superada por Pekín y Washington.

- Anuncio -

 

La decisión estadounidense de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara, el 10 de diciembre 2020, no era arbitraria ni mucho menos superficial, sino después de manejar muchas informaciones. Estamos hablando del Estado más informado del mundo, más poderoso en materia de inteligencia de seguridad, estrategia e artificial.

 

La apuesta americana por la integridad territorial de Marruecos es una apuesta, en el fondo, por la legitimidad jurídica e histórica, por la estabilidad, por la seguridad, y en contra del separatismo, de la expansión rusa por la región por la puerta de Argelia.

 

La politóloga Khadija Mohsen-Finan, investigadora francotunecina en la Universidad de París, sitúa el origen de la actual escalada de tensiones entre Argel y Rabat en la ambición de los generales argelinos de debilitar a Marruecos y de mantenerse en el Poder.

 

Los militares juegan ahora su última baza en plena crisis social, económica y política en Argelia. Esta baza es seguir presentando a Marruecos como enemigo al que hay que debilitar sí o sí.

 

La investigadora reconoce que la decisión de reconocer la marroquinidad del Sahara es una decisión estadounidense y no trumpista. El presidente Biden no haya movido ficha respecto a la decisión de Trump en contra de las aspiraciones de Argelia, el Polisario y algunos pocos países europeos. “Los métodos de Trump no le convienen, pero en el fondo Biden no vería mal un Sáhara bajo control marroquí”, afirmo Khadija Mohsen-Finan en una entrevista concedida al diario español La Vanguardia ayer en Barcelona invitada por el Institut Europeu de la Mediterrània (IEMed).

 

Ante la imposibilidad de enturbiar el avance de Marruecos, el régimen argelino no tiene más remedio que suspender sus relaciones diplomáticas con Marruecos.

 

“El anuncio de Trump desequilibró la relación entre Marruecos y Argelia. Había tensiones, había un conflicto, pero había un equilibrio. Eran dos países enfrentados y que se armaban. Mucho: son los primeros compradores de armas en África tras Egipto. Pero todo quedaba a nivel magrebí. Entonces, Marruecos busca aliados fuera. Le apoya Israel, EE.UU., que no ha reculado en el reconocimiento de la soberanía, y también Francia y España, que callan. Argelia, que se siente en pérdida de velocidad, ve a Marruecos ganar presencia en África por su influencia religiosa y su economía. Este desequilibrio enerva a los argelinos y los empuja a la ruptura de relaciones”, explicó la investigadora.

 

En realidad, estamos ante un régimen en plena huida hacia adelante por garantizar su supervivencia. La brecha entre el régimen militar y el pueblo se extiende cada día más. La única salida de los militares por el momento es reforzar la tesis del “enemigo Marruecos”. Sin embargo, esta tesis no surtirá efecto a largo plazo.

 

“Argelia está en pérdida de velocidad también porque hay un divorcio entre régimen y sociedad. El ejército se mantiene en el poder, pero ya no es capaz de hacer nación alrededor de nada. Primero era alrededor de la independencia, luego la construcción del país, luego le vino muy bien el Sáhara… Hoy le cuesta. Tras el anuncio de Trump, Argel intenta reavivar el nacionalismo diciendo que Israel está a sus puertas. No funciona demasiado. Rabat redobla la provocación, cuando su embajador en la ONU defiende la autodeterminación de la Cabilia. Argelia decide pasar a la velocidad superior. Rompe relaciones diplomáticas, cierra su espacio aéreo a Marruecos y Francia, y cierra el gasoducto que pasaba por Marruecos para alimentar España y Portugal”, confirmó la investigadora.

 

El anuncio oficial de Alemania hoy acerca de sus relaciones bilaterales con Marruecos da razón a la decisión americana de reconocer la marroquinidad del Sahara.

 

El cerebro de la política alemana hacia el Magreb ha vuelto a funcionar con el nuevo Gobierno. El régimen militar argelino se arrincona, mientras en el fondo la comunidad internacional “no vería mal un Sáhara bajo control marroquí”, parafraseando a Khadija Mohsen-Finan.

 

 

Mira nuestro otro contenido

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Anuncio

VIDEOS

Entradas populares

CONTINÚA LEYENDO