Rue20 Español / Mequínez
Mohamed Charbi
Empresas y organismos de Marruecos, Argelia y España están colaborando para garantizar el mantenimiento del Gasoducto Magreb-Europa (GME).
La Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM), Naturgy, Enagás, y la argelina Sonatrach se encargan del mantenimiento del tubo con trabajos independientes en los diferentes tramos del GME para evitar que se estropee y poder reactivarlo en el futuro, según ha informado «El Periódico De España».
En el recorrido en suelo marroquí, la ONHYM es la que coordina los trabajos.
Enagás se encarga del mantenimiento del tubo en todo su trayecto bajo el mar del Estrecho de Gibraltar.
Mientras que en el tramo en terreno argelino es la estatal local Sonatrach la encargada de seguir teniendo a punto la instalación para que no quede inutilizada.
Desde el mismo día del cierre, en los tres tramos diferenciados del gasoducto se están realizando los trabajos necesarios de mantenimiento.
El objetivo es asegurar que el gasoducto siga en buen estado y que pueda reactivarse sin problemas cuando sea necesario.
Sin ese mantenimiento y sin inyectar en el tubo la presión interior suficiente, la instalación quedaría inutilizada con el pasar del tiempo.
Estas labores significan que ninguna de las partes directamente implicadas parece dispuesta a que el GME se eche a perder y deje de funcionar de manera definitiva.
Cabe recordar que el pasado 1 de noviembre Argelia decidió no renovar el contrato del GME, por motivos políticos.
El GME es un proyecto de gran envergadura que entró en operación en 1996 con el objetivo de conectar los yacimientos argelinos de Hassi R’Mel con la red europea de gasoductos vía Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y la Península Ibérica, y diversificar de esta manera el aprovisionamiento de gas en España y en otros países europeos.
El Gasoducto es de vital importancia tanto para Marruecos, España y Argelia como para Europa. La crisis diplomática entre los vecinos no es útil ni beneficiosa para nadie.
El GME, que ha estado en servicio durante los últimos 25 años, es una formidable herramienta de cooperación en la que todos (Marruecos, Argelia y España) ganan y un ejemplo de proyecto regional mutuamente beneficioso.
