Rue20 Español / Mequínez
El cierre del Gasoducto Magreb-Europa (GME) que cruzaba Marruecos y suministraba a Europa está amenazando la estabilidad de los precios y del suministro del gas a España y a Portugal.
«Nuestro país se encuentra en medio de una difícil encrucijada, de compleja resolución por el elevado voltaje que presiden las relaciones entre Rabat y Argel», dice al respecto el periódico español «elDiario.es».
Medgaz, la nueva conexión submarina que une el yacimiento de Hassi R’mel con la costa almeriense de Perdigal y enlaza con la red gasística Almería-Albacete, será una ayuda, pero no garantiza el retorno a la estabilidad de precios energéticos en España.
Con la cancelación contractual del GME, Argelia pretendía hacer daño a Marruecos y aislarlo de Europa, pero todo fue en vano.
En opinión de la directora para el Norte de África y el Sahel del Middle East Institute (MEI), Intissar Fakir, “el reconocimiento desde la Administración Trump de la soberanía de Rabat sobre el Sáhara ha hecho saltar por los aires los esfuerzos argelinos de aislar a Marruecos”, informa el mismo periódico.
Hablando de la falta de involucración de Europa en el Magreb, Francis Ghilès, analista del Barcelona Centre for International Affairs (Cidob), cree que a Bruselas “nunca le ha preocupado estratégicamente el Norte de África”, pese a que “el vaciado del gasoducto habla a las claras de la trascendencia del área para la seguridad y la prosperidad económica” del mercado interior.
Asimismo, insiste en que es un “error de alta dimensión”, porque afecta a su política de vecindad, y de “especial relevancia”, ya que esta inacción abarca un “gran arco de potenciales crisis”.
Por su parte, Gonzalo Escribano y Lara Lázaro, analistas del Instituto Elcano, reclaman “una narrativa energética euro-mediterránea alineada con el Pacto Verde de la UE”, que incorpore las energías renovables a un escenario geopolítico hasta ahora dominado por el petróleo y el gas natural, se adecúe a la proliferación de nuevos productores de gas natural, tanto mediterráneos como foráneos, y cree un clima adecuado de reformas de neutralidad energética en los sectores e inaugure un ciclo en la UE con un enfoque más geopolítico en la región, según «elDiario.es».