Rue20 Español/ Mohammadia
Toufiq Slimani
«España y Marruecos han constatado que la situación epidemiológica actual impide celebrar la Reunión de Alto Nivel en la fecha prevista con las garantías de seguridad sanitaria que se estiman convenientes por ambas delegaciones», afirmó un comunicado conjunto de España y Marruecos el diez de diciembre 2020 sobre la Reunión de Alto Nivel.
La Reunión estaba prevista para el día 17 de diciembre de 2020 en Rabat, pero por motivos sanitarios se aplazó al mes de febrero de 2021, después para marzo, pero hasta el momento no hay una fecha oficial. Nada indica que la cumbre va a tener lugar pronto. Los aplazamientos sine die evidencian que entre los dos países hay diferencia política y diplomática.
Los dos países están llamados a lanzar la nueva etapa inédita diplomática anunciada por el Rey Mohammed VI en agosto pasado con motivo de la fiesta de la Revolución del Rey y del Pueblo.
Todos los senderos conducían a la reconciliación entre Marruecos y España antes del 29 de septiembre pasado. Sin embargo, el fallo del Tribunal General de Europa que anuló los acuerdos de pesca y comercio entre Rabat y Bruselas por razones más políticas que jurídicas, no facilita la reconciliación deseada.
Ahora hay una iniciativa europea liderada por España para revertir la situación actual y dar señales positivas a Marruecos. La Unión Europea ha captado el mensaje directo del Rey de Marruecos cuando volvió a confirmar en su último discurso que el Sáhara es innegociable e indiscutible para el pueblo marroquí.
El rey fue muy preciso cuando aseguró que los socios estratégicos de Marruecos deben hacer un esfuerzo más y entender la nueva dinámica nacional y regional. Marruecos no está dispuesto a firmar ningún acuerdo o convenio con los que adoptan unas posturas ambiguas y dobles. Marruecos pide a sus socios europeos, sobre todo, su vecina España una postura atrevida y clara.
Para comprender lo que está pasando ahora entre los dos vecinos hay que volver a junio de 2018. La tensión entre ambos países crecía como bola de nieve.
Pedro Sánchez llegó al Poder en España sin dedicar su primer viaje fuera a Marruecos. Marruecos decidió el 1 de agosto de 2018 acabar con el comercio atípico desde Melilla para lanzar el puerto de Nador. El 9 de octubre de 2019, Marruecos decidió en una decisión soberana acabar con el comercio atípico desde Ceuta. Más adelante decidió restringir la importación y la exportación de algunos productos a Ceuta. También, influyó la iniciativa soberana marroquí de delimitar sus fronteras marítimas.
Pero la gota que colmó el vaso de las relaciones hispano-marroquíes ha sido la decisión soberana y histórica estadounidense de reconocer la marroquinidad del Sáhara el 10 de diciembre 2020, es decir, el mismo día del anuncio del aplazamiento del la Reunión de Alto Nivel. Sin olvidar, la iniciativa americana de inaugurar su consulado en Dajla
Es verdad que a nivel oficial España no criticó en público la decisión estadounidense. Pero en los despachos se ha notado que Madrid se molestó por la decisión. La nueva dinámica que conoce la cuestión del Sáhara marroquí ha dejado un mal sabor para España.
Cinco meses después España respondió a su manera acogiendo clandestinamente y bajo identidad falsa al presunto líder del Polisario, Brahim Gali, el 18 de abril 2021. Desde entonces los dos países tratan de encarrilar la situación en vano.
Tras la decisión argelina de no renovar el contrato del Gasoducto Magreb-Europa, Marruecos y España no tienen más remedio que lanzar la nueva etapa inédita. Las acciones hostiles de Argelia, Rusia y el Polisario invitan a los dos países a acelerar la reconciliación.
La nueva etapa inédita diplomática comienza con la celebración de la Reunión de Alto Nivel y si es posible el 17 del próximo diciembre sería mejor. » Un Encuentro transcendental para el desarrollo de las profundas y densas relaciones de amistad y cooperación que existen entre dos socios estratégicos, como lo son España y Marruecos», dijo el comunicado conjunto.
Aquel comunicado añadió que «ambos gobiernos se reafirman en su voluntad de seguir reforzando la relación estratégica que une a los dos países».
Esta crisis alargada nos hace recordar el verso del poeta español, Antonio Machado: “Caminante, no hay camino: se hace camino al andar”. Para los dos países, no hay camino: se hace camino al andar diplomáticamente. La mejor receta en este caso sería que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, haga el camino a Rabat desde Madrid.
