Rue20 Español/ Málaga
Pedro I. Altamirano
Los problemas internos del régimen militar totalitario que gobierna Argelia se desmoronan sin solución alguna. La presión de la Hirak, la presión de la Cabilia y la galopante pobreza social se hace cada vez más insoportable, a pesar de la continua represión inhumana contra los activistas y, lo más grave, contra los periodistas que se atreven a denunciar la podredumbre y corrupción del régimen.
Como todos los regímenes totalitarios en retirada, necesita a la desesperada, un conflicto que tape las vergüenzas propias. Podemos recordar el canto franquista al final del régimen, que, cuando la presión social en las calles se agravaba, siempre recurrían al “Gibraltar español”; también podemos recordar cómo la Argentina de Videla, no se le ocurrió otra cosa que atacar a Inglaterra ocupando las Islas Malvinas, para tapar lo insostenible del régimen fascista que impuso en el país sudamericano.
No es de extrañar por tanto que Argelia siga los pasos finales de los totalitarios. Terminar de hundir y arruinar a todo un país antes de abandonar el poder, y por tanto los privilegios para sus dirigentes y familiares a costa de la pobreza del pueblo por el que deberían trabajar y desarrollar. Argelia necesita un conflicto a la desesperada para desviar la atención internacional, pero a quién elige como víctima necesaria para sus intereses. ¿Túnez? no puede, sería un ataque incomprensible a nivel internacional que le acarrearía graves consecuencias internacionales, ¿Libia? Imposible ya está en conflicto. ¿Malí, Mauritania, Burkina Fasso? Imposible ¿Atacar a algún país europeo? Le cae la OTAN encima. ¿Quién le queda? Exacto Marruecos.
Marruecos ha sido siempre el enemigo a batir bajo cualquier pretexto, ya que supone el espejo donde se reflejan los fracasos sociales, corrupción, caos económico y extremismo argelino, frente al desarrollo social, cultural, económico, derechos humanos, democracia y moderación del Reino de Marruecos. El régimen argelino no puede existir con un vecino democrático, en la que la sociedad civil crece y se desarrolla. Este es el verdadero motivo del histórico y continua provocación argelina con Marruecos.
Ello justifica como ya en los años 70, Argelia hizo suyo el problema de la nefasta descolonización del Sahara occidental por España. Supo ver la oportunidad única e histórica y supo, a través del presunto genocida Brahim Ghali y sus secuaces argelinos, dar un golpe de estado cruento en el Frente Polisario y ponerlo a servicio de los intereses bastardos argelinos, en contra de los legítimos intereses marroquíes. Desde entonces no ha parado de utilizar al movimiento armado y terrorista del Frente Polisario para atacar a Marruecos.
Ese juego de marionetas (RASD y Polisario) acaba de ser destrozado en Naciones Unidas con la resolución 2602 (2021) aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU en su 8890 sesión celebrada el 29 de octubre de 2021, por la que se prorroga el mandato de la MINURSO un año más. Ella es importante para una solución que sea “realista, viable, duradera y aceptable” tal como se recogen en la misma resolución, pero es que además, en la misma resolución se recoge con beneplácito “las medidas e iniciativas adoptadas por Marruecos, y el papel desempeñado por las comisiones del Consejo Nacional de Derechos Humanos de Dakhla y Aaiún, y la interacción de Marruecos con los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas”.
La resolución recoge del mismo modo, pero en sentido contrario, se lamenta de forma enérgica “las penurias que siguen padeciendo las personas retenidas en los campos de Tinduf, y se dependencia de la asistencia humanitaria externa, así como los efectos de la pandemia Covid-19”, y observa con profunda preocupación la insuficiencia de los fondos destinados a quienes viven en los campamentos, y los riesgos que conlleva la reducción de la asistencia alimentaria”. Una resolución 2026/2021 demoledora para los intereses para una Argelia cada vez más acorralada en lo internacional.
Argelia no ha parado de buscar provocar a Marruecos. Primero con el cierre de sus fronteras de forma unilateral, a pesar de los llamamientos a un entendimiento político pacífico enviado por SM Mohammed VI en sus últimos discursos, ha cerrado de forma unilateral el espacio aéreo para los vuelos de compañías aéreas marroquíes, y ahora se inventa un supuesto ataque marroquí a dos camiones en Mauritania, y amenaza con tomar represalias.
Este último y desesperado invento argelino de provocar a Marruecos, a partir de un inventado ataque, quiere ser aprovechado por Argelia para dar rienda suelta a la banda armada del Frente Polisario y obligar a Marruecos a responder. Esto sería aprovechado por Argelia para señalar como culpable a Marruecos de una escalada bélica, sin importarle en absoluto las previsibles bajas en las filas del Polisario y el sufrimiento de las familias.
Politólogo español y Portavoz del Grupo Internacional de Apoyo a la Paz y la Reunificación Saharaui