Rue20 en español / Mequínez
Mohamed Charbi
Recientemente, las relaciones bilaterales entre Marruecos y España han pasado por momentos muy difíciles debido a la entrada secreta del presunto líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, al territorio español.
Ahora, gracias a la intervención oportuna de las «Casas Reales», las aguas de las relaciones entre ambos países están volviendo a su cauce paulatinamente.
En esta línea, en una entrevista concedida al periódico «20 Minutos», el autor de «La vecindad cautelosa», Nabil Driouch, donde habla de las relaciones hispano-marroquíes desde el fallecimiento del rey Hassan II hasta la abdicación del Rey Juan Carlos I, ha subrayado que las figuras más importantes en las relaciones entre España y Marruecos son el rey Hassan II, el rey Juan Carlos I y el ex presidente Felipe González, que se consideran como «los verdaderos fundadores de la cooperación bilateral entre Marruecos y España».
Driouch ha insistido también en que «el futuro de las relaciones (entre ambos países) depende de la solución de nuestros conflictos que siempre han tenido una relación con el territorio desde la época de la reconquista. Estamos llamados a escribir nuestra propia historia sobre nuevas bases».
Para Driouch, «la geografía y los enormes intereses que compartimos nos obligan a superar cualquier crisis, como cualquier matrimonio en el mundo siempre hay problemas y a veces traiciones, pero en este caso la geografía nos prohíbe el divorcio».
«Las relaciones siempre están en una buena salud cuando domina el pragmatismo político. Una vez que se acercan a la zona de la ideología se sienten las turbulencias», añade.
En lo que se refiere a las relaciones entre Rabat y Madrid tras los atentados del 11-M, Driouch ha indicado que esos atentados «fueron un vuelco en las relaciones bilaterales porque el Estado español se dio cuenta de la importancia de la cooperación con Marruecos en materia de la lucha contra el terrorismo, desde aquel día los dos países trabajan codo a codo para garantizar la seguridad de la región. Además era un momento de solidaridad entre los dos Estados y los dos pueblos en este ámbito, no cabe duda de que los dos países se convirtieron en un modelo».
«El mundo actual nos obliga a colaborar, y no cabe duda que los terroristas aprovechaban de las crisis bilaterales de aquel entonces para cometer sus crímenes. Es un ejemplo que muestra que no tenemos otra opción (que seguir cooperando)», aclara.
Para tener excelentes relaciones, «la élite española tiene que conocer mejor la nueva realidad marroquí. Asimismo, los medios de comunicación españoles tienen el deber de hablar de esa realidad y dejar los clichés en el armario de la historia», afirma el autor de «La vecindad cautelosa».
