Rue20 Español/ Casablanca
Toufiq Slimani
“Marruecos ha hecho muchos avances en estos últimos años. Esta falta de conocimiento (de lo que está pasando en Marruecos por los españoles) también hace que las relaciones (entre ambos Reinos) tensen de vez en cuando”.
Rosa Cañadas, presidenta de la Fundación Tanja, resume la esencia de las crisis cíclicas entre Madrid y Rabat. Dos países que se necesitan, dos países complementarios, pero que tiene, desde siglos y décadas, asuntos pendientes de gran envergadura sin resolver.
Tras la crisis de Perejil, se ha llegado, en parte, en ambos lados, a la conclusión de que el fortalecimiento de la cooperación económica, comercial y empresarial podría facilitar la solución de los problemas gordos.
19 años después, se evidencia que se necesita otra aproximación pragmática para inaugurar una “nueva etapa inédita” entre Madrid y Rabat y garantizar que la crisis del llamado Caso Gali no se repita en el futuro.
La visión de Cañadas forma parte de la esta aproximación pragmática tan necesitada hoy en día entre Marruecos y España. Rosa es una Emprendedora nacida en Tánger, cuya familia reside en Marruecos desde hace más de 80 años. Master en Técnicas y Mercados Financieros y licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la École Supérieure de Commerce de París. ESCP. Cuenta con un Certificado Entrepreneurship in Emerging Economies de HarvardX.
A finales de 2007, Cañadas fundó la Fundación Tanja que se preocupa por las relaciones España/Marruecos, para cambiar las percepciones, destacar el papel de la mujer en las dos orillas, crear complicidades que favorezcan los intercambios comerciales, culturales y de conocimiento, sensibilizar y proyectar a África como fuente de oportunidad para empresas españolas y crear complicidad y lazos entre las dos partes.
Rosa Cañadas tiene muchos contactos en Marruecos, España y Europa. También cuenta con el apoyo de varias personalidades destacadas en los campos de política, economía y diplomacia. “En su patronato, cuenta con figuras internacionales como Javier Solana, Josep Borrell, Shlomo Ben Ami, André Azoulay o Omar Azziman (actual consejero del Rey de Marruecos)”, escribe EL MUNDO en su presentación a Rosa para la entrevista que le concedió ayer domingo. La charla abordó casi todos los temas polémicos y de carácter hispano marroquí. Una gran conocedora de Marruecos y España.
Cañadas plantea una visión basada en la importancia del conocimiento mutuo, la economía, la complicidad y el respeto para lanzar una nueva dinámica entre los dos vecinos.
“Estamos en ello, ya se ha destensado un poco la cuerda. Pero creo que sí, que va a empezar un nuevo periodo donde hay que hablar mucho más, tener más complicidad, porque las relaciones que tenemos -somos el primer socio comercial, hay mil empresas en Marruecos-, no hay ninguna complicidad. Y hay poca complicidad también entre los que llaman ‘les patrons’, los presidentes de grandes empresas de los dos países”, aseguró Cañadas en una entrevista concedida en las últimas horas a El Mundo.
La economista logró detectar uno de los puntos débiles de las relaciones hispano-marroquíes: el idioma. La lengua de Cervantes está en decadencia en Marruecos; los estudiantes ya no optan por el español en las universidades; los grandes institutos prefieren el francés y el inglés. Además de una élite afrancesada.
España está llamada a hacer un esfuerzo para acercar su cultura y su lengua a los marroquíes, por un lado; Marruecos no tiene más remedio que reforzar el español se quiere hablar, comunicar/se y convencer a más de 21 Estados y 576 millones de latinoamericanos, por otro.
“Los marroquíes son más bien de formación francesa y esto también limita la complicidad porque eso se adquiere cuando estudias juntos, hablas el mismo idioma… eso es algo que hay que solucionar para avanzar en mayor complicidad”, explica Rosa.
¿Cuáles son los origines de la crisis del Caso Gali? España es un país soberano, tiene derecho a decidir sobre su territorio; pero con los socios estratégicos no se juega. Por lo menos, Madrid tenía que informar a Marruecos de la acogida del líder del Polisario, Brahima Gali, el 18 del pasado abril. Desafortunadamente, no lo hizo. Recibir a un líder separatista, acusado de crimines de lesa humanidad y jefe de una organización armada no es lo mismo que acoger a un activista.
“Creo que ha habido un poco de inocencia en cosas que se han hecho y en no apreciar el cambio. A pesar de la importancia que tiene el Norte de África y el Mediterráneo, no le estamos dando la importancia que tiene. Estamos viendo en estos momentos que está en ebullición y no le prestamos a la zona la atención que necesita. La gente no conoce lo que pasa allí, cuando tiene una influencia directa en España y en Europa. Creo que hace falta más conocimiento. Luego hay siempre esta visión un poco errónea del «moro», que es como un estereotipo que tenemos y que efectivamente puede existir, pero no es el 100% de la población”, comenta Rosa.
El Marruecos de ayer no es él de hoy, lo volvió a confirmar Rosa con su propio estilo. “(en Marruecos) hay gente muy preparada, mujeres muy guerreras, se está avanzando… Marruecos ha hecho muchos avances en estos últimos años. Esta falta de conocimiento también hace que las relaciones tensen de vez en cuando. Es verdad que ser vecino nunca es fácil, pero es mejor encontrar una solución, ya que tienes que convivir, que ir a una confrontación. En esta crisis, ha habido muchos errores de los dos lados», reconoce.
Bernabé López García, catedrático honorario de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) de Estudios Árabes e Islámicos, e Itxaso Domínguez, coordinadora de Norte de África y Oriente Próximo de la Fundación Alternativas, coinciden, según el diario El Periódico”, en que España cometió un error garrafal al acoger al líder separatista y al no saber hace una lectura estratégica a lo que está pasando en la región.
El Caso Gali contribuyó, de manera u otra, en la ruptura de las relaciones entre Argel y Rabat. Tras el cierre del gasoducto Magreb-Europa, España perdió el equilibró que mantenía en su relación con Marruecos y Argelia. Ahora España es la gran víctima de la decisión argelina de no renovar el contrato del gasoducto.
“Ambos (investigadores) están de acuerdo en que fue un error acoger en secreto al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, aunque fuera por razones humanitarias. Rabat lo interpretó como una afrenta y forzó una crisis migratoria sin precedentes. Si Marruecos da ahora muestras de distensión con España es precisamente por su enfrentamiento con Argelia, que sigue presionando en la cuestión del Sáhara”, afirma El Periódico.
“Argel plantea conversaciones entre el Frente Polisario y Marruecos. Eso podría estar bien si el Frente Polisario no fuera un instrumento de Argelia. España se encuentra entre la espada y la pared”, analiza Bernabé López García.
Así, la teoría del “colchón de intereses” defendida por Bernabé López García y otros investigadores en las últimas décadas no ha dado sus frutos, por muchos motivos.
Ahora la nueva etapa exige pensar en una nueva aproximación pragmática emanada del convencimiento de que todos los temas pendientes deben ser discutidos y negociados para evitar las crisis cíclicas.
Las palabras de Rosa Cañadas y otros conocedores y especialista de las relaciones hispano-marroquíes deben ser escuchadas en las dos orillas para redactar un “libro de estilo de las relaciones hispano-marroquíes”. Unas relaciones que sean estables y estratégicas y que no se cambien con el cambio de los gobiernos o de los humores o las ideologías.