Rue20 en español / Mequínez
Como se sabe, el Parlamento Europeo rechazó la candidatura de la separatista Sultana Khaya al Premio Sajarov 2021.
Este premio que recompensa a los defensores de los derechos humanos y de la libertad de pensamiento fue concedido al ruso Alexéi Navalny.
«Contrariamente a las pretensiones de grupos de la izquierda, la institución comunitaria europea rechazó otorgar este reconocimiento de los principios de libertad a la activista pro-separatista Sultana Khaya, que aboga por la violencia y la reanudación de las hostilidades contra el Reino Marruecos en el Sáhara Marroquí», según ha informado el periódico panameño «La Verdad Panamá«.
A pesar de que esta candidatura había sido presentada por grupos de la izquierda representados en el Parlamento Europeo, los Eurodiputados socialistas, incluidos los españoles, rechazaron votar a favor de la misma, según el mismo periódico que cita a fuentes conocedoras del caso.
«La derrota sin paliativos de Khaya, que ni siquiera ha podido llegar a la final, y de su aliado el Estado de Argelia en el Parlamento Europeo, es una prueba irrefutable de que la institución europea no se ha dejado engañar por las falsedades y la falta de credibilidad», recalcan las mismas fuentes.
“Es un rechazo al discurso de la violencia y a las acciones subversivas de Khaya, que contradicen el espíritu de este galardón y los principios humanistas de tolerancia”, añaden.
En este contexto, conviene recordar que en su artículo titulado «La verdadera esencia del movimiento pacífico», la ambientalista y periodista guatemalteca Vida Amor de Paz ha criticado anteriormente «la absurda postulación de la separatista» Sultana Khaya al premio Sájarov de Derechos Humanos.
Según Vida Amor de Paz, «la relación que esa persona guarda con el Polisario —que es un grupo radical extremista con acciones bélicas en contra de Marruecos— choca abruptamente con la verdadera esencia y movimiento pacífico que caracteriza a quienes ganan estos premios».
Para la periodista guatemalteca, no es justo ni lógico que una persona «sin ética» pueda acceder a dicho premio, además, su activismo se reduce a «acciones propagandistas subversivas y engañosas».
En fin, la negativa del Parlamento Europeo a sumarse a las falacias separatistas constituye, sin lugar a dudas, un golpe muy duro asestado a las pretensiones del Frente Polisario y su mentor el Estado de Argelia que pretendían erigir a una activista, cuya trayectoria está plagada de violencia y montajes vergonzosos, en una figura de la defensa de los derechos humanos y de la libertad de conciencia, cuando los hechos delictivos cometidos por esta “candidata” la delatan, insisten las fuentes citadas.