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Mouhcine El Fezazi
En el Marruecos colonizado, el francés era el idioma dominante: era el idioma de los negocios, del propio gobierno y de las élites. No solo los centros educativos impartían sus clases en francés, sino que era requisito obligatorio para acceder a la mayoría de los empleos. En cambio, en Tetuán, el cosmopolita Tánger y el resto del norte del país, que vivían bajo el yugo del Protectorado español, continuaba la arabización de la enseñanza.
Mientras tanto, el español era la segunda lengua extranjera. Pero, a partir de los años treinta y cuarenta, se empezó a arrancar el español, gracias al movimiento cultural de los llamados progenitores que publicaban en prensa o en revistas textos escritos en español. Los escritores de esta zona se formaron en español, por eso eligieron escribir en esta lengua, que formó parte de su propia identidad.
Los estudiosos de este género literario insisten que, durante el Protectorado, muchos escritores españoles afincados en Marruecos convivieron y colaboraron con sus homólogos marroquíes para fundar revistas culturales, cuya redacción era formada por intelectuales y escritores de ambos países.
Uno de los ejemplos más destacados es la revista Al Motamid – Verso y prosa, revista literaria bilingüe publicada entre 1947 y 1956-, y que constituyó un verdadero puente cultural que unía las dos orillas del mediterráneo. La poeta española Trina Mercader, que vivió gran parte de su vida en Marruecos, y exactamente en Larache y Tetuán, era uno de los fundadores de esta revista y de la que fue directora. Como que era muy apasionada de la cultura árabe, ya que tenía orígenes andalusíes, se especializó en publicar poesía en árabe y español. Además, pudo atraer a muchos poetas destacados, jóvenes en su mayoría, para colaborar con la revista.
Los años noventa fueron la época dorada del español: la literatura española empezó a adquirir una mayor difusión. Los nuevos autores contaban con el apoyo del Instituto Cervantes en Marruecos y tenían la posibilidad de intervenir en ciclos, congresos y foros, en colaboración con socios a nivel de instituciones culturales marroquíes o la ciudad civil.
¿Por qué los escritores marroquíes abandonaron su lengua materna? ¿Cuál es la legitimidad del español para expresar su propia identidad y sus características?
El hecho de que un grupo de escritores marroquíes siga utilizando el español se debe a factores que superan el contexto histórico. El español es una herramienta para acercarse al otro, y tender puentes de diálogo y concordia. España y Marruecos como dos vecinos, están unidos por los lazos históricos y la proximidad geográfica. Por eso, es normal que autores marroquíes elijan el español como una herramienta para comunicarse con la gran comunidad hispana, y por fin acercarle a la realidad marroquí.
“Existe la voluntad resuelta de sus autores de abrirse a la universalidad, de comunicar con la gran comunidad hispana de más de 300 millones de miembros, y expresarse literariamente en la lengua europea más próxima a la vernácula», señalan Mohamed Chakor y Sergio Macías, coautores de la antología “Literatura marroquí en lengua castellana”.
Además, la emigración marroquí contribuyó enormemente al ambiente cultural de la diáspora marroquí en España. Porque aparecieron intelectuales y escritores españoles de origen marroquí que pudieron enriquecer con sus creaciones el panorama literario español y marroquí, a la vez. La mayoría trató diversos temas de actualidad, tales como: la emigración, la diáspora y la identidad, etc.
En sus textos, que publicaron en español o en catalán, se concentran más en hablar del gran legado histórico que tienen en común las dos orillas del Mediterráneo y la inquietud que acompaña la emigración y el exilio. Estos escritores coinciden en que eligieron escribir en español para describir sus condiciones de vida, problemas de integración y su relación con el otro. Es una experiencia muy enriquecedora y prometedora. Sus textos son caracterizados por el realismo y la búsqueda de la identidad.
A este respecto, el escritor Ahmed Gamoun dice que los escritores marroquíes en lengua española contribuyen a construir puentes de diálogo y concordia entre ambas orillas del Mediterráneo. El mundo literario marroquí conoce la aparición de escritores y poetas que poseen el dinamismo y el talento. Eso ayuda a dar a conocer a Marruecos en el exterior. “Escribir en español no me hacer perder mi identidad como marroquí, que posee su herencia cultural y patrimonial.
Gracias a la posición geográfica de Marruecos, como punto de encuentro entre culturas y civilizaciones, muchos marroquíes están abiertos a todas las lenguas”, afirma.
Por su parte, el profesor Abderramán Fathi señala que los escritores marroquíes que publicaron obras en editoriales españolas “ya tienen sus propios lectores en España”, señalando que los temas que tratan están inspirados, en gran medida, en su propia cultura marroquí. “Estamos hablando de nuestra cultura e identidad en español, que usamos como medio para expresarnos como marroquíes”. Marruecos está abierto a todas las culturas, pero aferrado a su propia identidad.
A pesar de estos intentos para preservar esta herencia literaria, hay mucha falta de interés por la literatura marroquí en lengua española, que pasa desapercibida, por parte de autoridades e instituciones en materia cultural, a diferencia de la producción en lengua francesa que recibe privilegios en cuanto a la propaganda o a los estudios realizados.
Incluso, no hay un seguimiento de las actividades literarias en español en los programas de televisión. Son muy pocas veces en las que se invita a escritores marroquíes para asistir a eventos poéticos o literarios, junto a otros poetas de habla árabe.
Antes, los intelectuales hispanistas se encerraban en sí, quizás por miedo a chocar con los conservadores que no aceptaban escribir en la lengua del colonizador. Además, la colonización hispano-francés tuvo un impacto negativo sobre Marruecos y siempre había choques con los nacionalistas, que solo apoyaban la enseñanza de lengua árabe en las escuelas. Para ellos, la integridad territorial solo se conseguía a través de la integridad lingüista de la élite gobernante.
Los estudiosos de la literatura marroquí en lengua española ven que pese al esfuerzo hecho por autores marroquíes para que este fenómeno sea leído fuera del país, por desgracia no consiguió tener ese interés por parte de las instituciones en materia cultural. Para ellos, es una literatura que se ofrece en una bandeja caliente a los españoles para que disfruten de ver esta cruda realidad marroquí que no muestra más que desgracias y miserias.
¿Qué puede aportar la literatura marroquí de expresión española al lector español? ¿Es que necesita que marroquíes le escriban obras y poemas en su lengua materna?
La esencia de la literatura es la perfección formal y la belleza. Por un lado, sirve para descubrir un país cercano, que tiene cultura semejante a la nuestra y un pasado en común. Por otro, podemos comunicarnos con la gran comunidad hispana de más de 500 millones de miembros, y expresarnos literariamente en la lengua europea más próxima a la vernácula. Porque la literatura puede romper estas fronteras y reforzar lazos humanos, es decir aquello que no puede hacer la política.
Los libros en español escritos por autores marroquíes habían llegado al mercado en España y abrieron las puertas a muchos de europeos que apenas tenían referencias del vecino del sur. Con el paso de los años, estos libros funcionaron como referencias para acercarse a la realidad marroquí. Son guías poco oficiales pero muy reales.
Ahora, el futuro de la literatura marroquí de expresión española está en manos de las nuevas generaciones que viven en España y que habían podido liberarse de este complejo de colonización, su impacto y sus heridas que todavía padecen sus padres y abuelos.
A este respecto, recordamos un nombre que destacó últimamente en España. Es el caso de la escritora catalana de origen marroquí Najat el Hachmi, que obtuvo el Premio Ramon Llull de novela en 2008 por L’últim patriarca (El último patriarca). Según los críticos, su obra fue una gran sorpresa en el escenario literario catalán al ser galardonada con este premio que España concede desde el año 1982 para la mejor obra escrita en catalán y que consiguió ser un superventas.
¿Cuál es el trasfondo de la literatura marroquí de expresión española? ¿Le falta calidad o falta talento a sus autores? ¿Por qué los críticos no investigan, ni estudian este fenómeno literario?
Necesitamos poner la literatura marroquí de expresión española bajo la lupa para poder estudiar con certeza sus producciones y explorar sus tesoros literarios. La crítica literaria española dedica poco margen a la producción marroquí en lengua española.
Por eso necesita extenderse más allá de las fronteras para conseguir ser reconocida, en comparación con la literatura marroquí de expresión francesa que goza de privilegios en cuanto a la propaganda: Una sola obra escrita en francés es un superventas.
En este sentido, Ayachi Abu Chita piensa que la literatura marroquí de expresión española es de envergadura y talento. “Es una herencia de la literatura española misma y un género literario que tiene sus propias características”, dice. Pero “para que haya textos en prosa y verso de calidad, hay dos condiciones indispensables: la belleza de la imaginación y el perfecto dominio del idioma español. Sin estos dos ingredientes, no habrá talento ni literatura o libros de texto de riqueza y belleza”, prosigue.
“No existe una literatura marroquí de expresión española. Solo hay textos escritos en español, publicados por marroquíes. Además, los españoles deben estar contentos, porque eso supone que nuevas obras se sumen al escenario literario español”, afirma Idris Jebroni, crítico y traductor marroquí.
La opinión de Idris es muy severa, pero tiene sus propias razones. Porque ve que esta literatura no tiene futuro, debido a su posición tras el poscolonialismo y a la ausencia de lectores: “es la astucia de la literatura”.
La simulación de estas técnicas narrativas, temas, comportamientos y usos literarios en su peor apariencia ofrecen al lector europeo la realidad turística que quiere ver en Marruecos. Los autores corren el peligro de convertirse en una declaración ideológica de la colonización cultural, como resultado de la dependencia del otro.
María Rosa De Madariaga, investigadora e historiadora española está de la misma opinión. “En el caso del protectorado francés encontramos escritores destacados, autores de obras de calidad y son una mayoría. Mientras en el caso del protectorado español, los autores que escriben en español todavía son muy pocos y escriben muy mal”, señala en uno de sus artículos.
Hispanista marroquí
BIBLIOGRAFÍA
La literatura marroquí se abre al español, El País, 2008.
Kelkha, Jawad: Literatura Marroquí de Lengua Española, Rabat, Periódico Bayan Al Youm, 2010.
Literatura Marroquí de Expresión Española, Itihad Ichtiraki, 2010.