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Ismail El Khouaja
Marruecos y Rusia mantienen unas relaciones históricas que se remontan hasta siglo XVIII cuando el entonces sultán Sidi Mohammed Ben Abdallah invitó a la emperatriz de Rusia, Catalina II, a establecer contactos e intercambios comerciales entre los dos países.
Desde entonces las relaciones marroquí-rusas han dado un paso adelante, y tras las visitas del rey Mohammed VI en 2002 y 2016 a Moscú, así como la visita del presidente Vladimir Putin a Marruecos en 2006, las relaciones bilaterales cobraron un carácter estratégico. Sin embargo, las relaciones comerciales no alcanzaron las expectativas deseadas.
El ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, consideró, en diciembre de 2020, que la ambición de desarrollar las relaciones comerciales es más alta. «Existe la voluntad de desarrollar la inversión rusa en Marruecos, que sigue siendo débil», dijo, destacando que hace falta profundizar y diversificar la cooperación sectorial. Además de los sectores de agricultura, pesca, industria y energía hay que incluir también los campos de la tecnología, la investigación científica y la formación, la industria de la defensa, la lucha contra el terrorismo y otros campos que concretan aún más la asociación estratégica.
Por su parte, el ministro de Agricultura de Rusia, Dmitry Patrushev, subrayó que se registró una baja a nivel de exportaciones debido a la pandemia, sin embargo, aclaró que Rusia pretende redoblar sus esfuerzos para contrarrestar esta bajada, mediante el fortaleciendo de la cooperación en los campos industrial, agrícola, químico y energía.
Tras estas declaraciones, la Comisión Intergubernamental Conjunta Ruso-Marroquí de Cooperación Económica, Científica y Técnica y el Consejo Empresarial Ruso-Marroquí han trabajado para dar un impulso económico a las relaciones comerciales entre los dos países, y como resultado Marruecos hoy en día es el segundo socio económico árabe y tercero africano de la Federación Rusa.
El Representante Comercial de Rusia en Marruecos, Artem Tsinamdzgvrishvili, anunció esta semana, en una entrevista con Sputnik, que las exportaciones de Rusia a Marruecos en el primer semestre de 2021 aumentaron un 20%, registrando así el mejor indicador entre todos los países africanos.
“En la primera mitad de 2021, vimos dinámicas positivas más seguras”, dijo Tsinamdzgvrishvili, sosteniendo que, tras la caída del año pasado, el comercio bilateral aumentó un 13% y ascendió a cerca de 670 millones de dólares.
De este modo, Marruecos es uno de los pocos países del mundo a los que las exportaciones rusas han crecido y no disminuido, según destacó el Servicio Federal de Aduanas de Rusia.
“Los representantes comerciales de ambos países plantean regularmente preguntas sobre la necesidad de la presencia del sector bancario y financiero ruso en Marruecos con el fin de facilitar la participación en licitaciones gubernamentales para el Reino, así como para realizar operaciones de importación y exportación con socios marroquíes”, agregó.
En el ámbito sanitario, y debido a la buena estrategia adoptada por el país norteafricano en su lucha contra Coid-19, Rusia ha decidido invertir en Marruecos, como país de entrada a todo un continente africano, para así poder distribuir su Sputnik en toda África.
«Debido a la alta eficiencia de la vacuna rusa, la parte marroquí, ahora representada por empresas privadas, está mostrando un gran interés en la importación y la posterior localización de Sputnik V», dijo.
En cuanto al plano diplomático, las dos partes aclararon, en septiembre de 2020, con motivo del 62 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas marroquí-rusas, que Marruecos y Rusia están trabajando para profundizar el diálogo político, gracias a contactos regulares entre los ministerios de Asuntos Exteriores de los dos países y las relaciones interparlamentarias que están en constante desarrollo.