Rue20 en español / Mequínez
Mohamed Charbi
El señor Ignacio de Cossío Pérez de Mendoza presentó anteayer en Rabat sus cartas credenciales al ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República de El Salvador ante el Reino de Marruecos, según ha publicado el Ministerio Exteriores marroquí.
Pérez de Mendoza (Sevilla, 14 de marzo de 1973), es un periodista, escritor, empresario y diplomático.
Desarrolló su labor como Cónsul Honorario de El Salvador en Sevilla con Jurisdicción para la Comunidad Autónoma de Andalucía desde el año 2015 al 2020.
El pasado mes de noviembre se le concedió la nacionalidad salvadoreña con apoyo mayoritario en la Asamblea Legislativa de El Salvador, a razón de su intensa labor en la unificación de la comunidad salvadoreña en su jurisdicción, posicionando a El Salvador como un referente y desarrollando actividades de cooperación, inversión, educación, proyección empresarial y turística de gran valor y repercusión.
La Embajada de la República de El Salvador, con sede en Rabat, tiene como origen el acuerdo de colaboración que en 2019 firmaron el ministro de Exteriores, Nasser Bourita, y su homóloga de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, y que tiene como objetivo fortalecer la cooperación bilateral en varias áreas: seguridad, salud, agua, agricultura, energía, turismo, productos artesanales, desarrollo humano, etc.
Esta Embajada será la primera representación diplomática de El Salvador en África.
En junio de 2019, el país centroamericano decidió romper definitivamente sus relaciones con la autodenominada República Saharaui Árabe (RASD).
Desde entonces, El Salvador empezó a abrirse a relaciones diplomáticas reales y duraderas con todo el mundo Árabe y en especial con Marruecos.
Marruecos constituye un puente natural entre América Latina y el Mundo Árabe-Africano, y que la República de El Salvador representa, a su vez, una puerta y una plataforma hacia América Central.
El fortalecimiento de los lazos de amistad y de cooperación con el Reino de Marruecos representa la apertura de El Salvador a una región históricamente ignorada por la política exterior de gestiones anteriores.