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Ismail El Khouaja
Si algo de verdad en las declaraciones del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, fue cuando dijo que el «régimen militar argelino está cansado, el Hirak lo ha debilitado».
Ningún analista se atreve hoy en día a decir que el país gasista, Argelia, está conociendo una reforma o revolución industrial. Nadie puede decir que el ciudadano argelino vive el bienestar como los de Catar o Emirates.
La mayoría del pueblo argelino inició hace años el Hirak (revolución popular) para condenar al régimen. Miles son detenidos y torturados en las presiones del régimen. Centenares mueren en el Mediterráneo en su intento de llegar a España, el mayor país importador del gas argelino.
Las declaraciones de Macron vienen en un contexto donde el régimen militar está librando una guerra sucia contra su vecino Marruecos, cuando cortó unilateralmente las relaciones diplomáticas a finales de agosto, así como el cierre del espacio aéreo contra los aviones civiles y militares marroquíes la semana pasada.
Esta última medida fue ayer tomada otra vez por el régimen contra Francia, a raíz de las declaraciones de Macron. Sin embargo, tal como anunció el activista argelino, Oualid Kebir, los aviones franceses siguen volando sobre Argelia.
Las palabras de Macron encendieron la chispa en los ciudadanos argelinos tanto dentro como fuera de Argelia.
Hoy más de 6.000 argelinos y franceses de origen argelino, han salido en París para denunciar al régimen militar, al que calificaron de terrorista.
«Abajo a la mafia militar … inteligencia terrorista», dijeron los manifestantes, que recorrieron las calles principales de la capital francesa, llevando pancartas pintadas con la bandera argelina.
Los manifestantes exigieron un estado civil y describieron a Abdelmajid Tebboune como un presidente fraudulento, que está controlado por el ejército.
También pidieron que se haga justicia contra las atrocidades de los generales del régimen militar, que financian a la banda terrorista del Polisario con el presupuesto del gas y petróleo en detrimento del pueblo argelino.