Rue20 en español / Mequínez
El Gobierno de Pedro Castillo aún no se ha dado cuenta de su error monumental al decidir restablecer relaciones diplomáticas con el Frente Polisario.
El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Óscar Maúrtua, compareció ayer ante la Comisión de Exteriores del Congreso peruano para explicar su decisión de restablecer las relaciones diplomáticas con la autodenominada República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Maúrtua cree que con la decisión del Gobierno peruano se «reconoce la paridad de condiciones» entre los dos actores involucrados en el proceso de diálogo que tiene lugar en el marco de la ONU, «con miras al logro de una solución política, negociada, justa y en consonancia con el Derecho Internacional», según ha informado «Europa Press».
El ministro peruano subrayó también que «Perú respalda las negociaciones directas bajo los auspicios del secretario general de Naciones Unidas», recordando que el país andino reconoció a la RASD como «Estado soberano e independiente» el 16 de agosto de 1984 durante el Gobierno de Fernando Belaúnde.
Cabe recordar que el Congreso de Perú había pedido la comparecencia de Maúrtua para exigir explicaciones de por qué el Estado había restablecido relaciones diplomáticas con la RASD considerando que con ello «se pone en riesgo» las relaciones del país con Oriente Próximo.
Dicha decisión, tomada a la ligera y que va en sentido contrario al recorrido por la comunidad internacional, tarde o temprano traerá una serie de consecuencias en contra de los intereses de este país latinoamericano que aspira a convertirse en uno de los mejores países en la región.
