Rue 20 español/Rabat
Jamal Bourfissi
Marruecos apuesta en las elecciones legislativas previstas para el 8 de septiembre por incrementar la representación de las mujeres en el Parlamento.
A pesar de los esfuerzos realizados para lograr este objetivo, la representación de la mujer se mantiene por debajo de las expectativas debido al dominio de la mentalidad patriarcal en la sociedad, donde la mayoría de los votantes votan por los hombres, y la mayoría de los nominados por los partidos políticos son hombres, porque tienen influencia y las capacidades y medios que les permitan ganar en las elecciones.
Los partidos no cumplen con sus funciones como pretendían en el campo de incentivar la participación de la mujer elevando el porcentaje de sus candidaturas.
El mecanismo de cuotas sigue siendo el principal garante de la representación de las mujeres en el parlamento, pero este mecanismo, a pesar de su importancia, tiene resultados limitados.
La representación de la mujer en la Cámara de Representantes aumentó, luego de las elecciones parlamentarias que se llevaron a cabo el 7 de octubre de 2016, donde 81 de mujeres lograron ganar escaños parlamentarios.
En otras palabras, el número de mujeres parlamentarias aumentó en un 20,5 por ciento en comparación con su número en el Parlamento de 2012, cuando el número era de 67.
Sin embargo, este aumento sigue siendo insatisfactorio porque la representación de la mujer sigue siendo baja.
Por ello, el Estado está apostando en las próximas elecciones a elevar el número de mujeres en la Cámara de Representantes, permitiéndoles llegar a un tercio de los escaños en la Cámara de Representantes, que es el porcentaje al que aspira el movimiento de mujeres, en general.
Pero lograr ese porcentaje es difícil, porque el porcentaje de candidaturas de mujeres es bajo, y su porcentaje de ganar en las elecciones es bajo.
Así que todavía queda un largo camino por ganar el desafío de aumentar la representación de la mujer en el Parlamento.
Existen obstáculos culturales y sociales que impiden alcanzar este objetivo en el corto o incluso mediano plazo.
Las elecciones legislativas de 1993 marcaron la primera participación de mujeres en el parlamento, ya que las mujeres pudieron ingresar por primera vez a la institución legislativa, representadas por dos mujeres que obtuvieron dos escaños, lo que arrojó luz sobre la necesidad de mejorar la representación de las mujeres, y la necesidad de su participación en los órganos electos y puestos de toma de decisiones, especialmente en el Parlamento.
En este contexto, Marruecos ha adoptado, desde 2002, el sistema de cuotas para asegurar la representación mínima de mujeres en la institución legislativa.
También ha adoptado el método de voto por representación proporcional , técnica que ha contribuido relativamente a incrementar la participación política y la representación de mujeres, en el Parlamento llegando a 35 mujeres, es decir, alrededor del 11% de los escaños en el Parlamento, en 2002.