Rue20 Español/ Rabat
Argelia ha lanzado una campaña contra el movimiento de Autodeterminación de la Cabilia (MAK) tras acusarle de provocar los incendios que los pasados 9 y 10 de agosto calcinaron gran parte de la esta zona montañosa de mayoría bereber (Amazigh) y de recibir apoyo y financiación de Marruecos.
La supuesta vinculación de los servicios secretos marroquíes con este grupo, al que el régimen de Argel califica de «entidad terrorista», fue una de las razones esgrimidas el martes por el presidente argelino,Abdelmedjid Tebboune, durante el anuncio de la ruptura de relaciones diplomáticas con su vecino.
Apenas dos días después de hacer pública la ruptura, que ha agitado el tablero geoestratégico del norte de África, la Fiscalía Argelina anunció que, concluida la investigación preliminar sobre los incendios, había decidido solicitar una orden de arresto internacional contra el cantante Ferhat Mehenni, uno de los líderes del MAK, al que igualmente acusa del presunto asesinato del joven Djamel Bensmail, uno de los voluntarios que viajaron a la zona del siniestro para prestar ayuda.
Bensmail, de 35 años y originario de Miliana (al oeste de Argel), fue apaleado hasta la muerte en la ciudad de Tizi Ouzu, capital de la Cabilia, dos días después de que se desatara el fuego, que causó la muerte de 73 personas, 33 de ellos agentes de Seguridad.
Detenido junto a una furgoneta policial, fue sacado por una marabunta después de que corriera el rumor de que era el pirómano, en un acto de extrema violencia que se difundió de forma rápida por las redes sociales.
Según la fiscalía, la investigación del asesinato de Besmail, en la que se ha interrogado a 88 sospechosos, «ha permitido descubrir que una red criminal, de naturaleza terrorista»
«Los individuos buscados no tendrán paz mientras sigan perseguidos por la justicia», advirtió la Fiscalía antes de asegurar que 24 de los 88 detenidos han sido ya identificados como miembros del MAK
Otros 29 presuntos miembros «están prófugos», algunos en el extranjero», agregaba la nota, en la que se solitiba la cooperación ciudadana e internacional.
MOVIMIENTO MUNDIAL AMAZIGH
El mismo día en el que se hizo pública la orden de arresto internacional contra Mehheni, la familia de la copresidenta del Comité Mundial Amazigh, Kamira Nait Sid, que defiende los derechos de los bereberes en el mundo, desde las islas Canarias a Libia, Túnez, Mali y otros estados, denunció en las redes sociales su presunta desaparición, tras no poder contactar con ella en más de 24 horas.
El martes, medios locales revelaron que había sido detenida a la salida de su domicilio, en el barrio de Draa ben Khedda, en Tizi Ouzu y trasladada en furgón policial a Argel para ser interrogada por el la fiscalía del tribunal de Sidi M’hamed, sito en la capital.
Según las fuentes, fue citada para responder sobre «tres casos, incluido uno relacionado con el líder del Movimiento para la Autodeterminación de Cabilia (MAK) Ferhat M’henni».
Antes de conocerse la detención, el Congreso Mundial Amazigh expresó igualmente su preocupación e instó al régimen argelino a aclarar públicamente si fueron sus servicios los que secuestraron y retienen a Kamira Nait Sid o no. Pase lo que pase, su responsabilidad individual está comprometida», afirmó.
«Nos hemos puesto en contacto con su familia y sus familiares dicen que no han recibido ninguna llamada de su hija. El Código de Procedimiento Penal garantiza el derecho de las personas detenidas a realizar una llamada telefónica tan pronto como sean puestas bajo custodia policial», agregó.
SUPUESTAS ORGANIZACIONES TERRORISTAS
El pasado mes de mayo, el régimen argelino declaró terroristas al MAK, nacido en plena «Primavera Cabil» de 2001, y al movimiento islámico ultraconservador «Rachad» y aseguró que ambos reciben «apoyo y asistencia de partidos extranjeros, en particular de Marruecos y de la entidad sionista», en alusión al estado de Israel.
En julio, apenas dos meses después, el representante permanente de Marruecos ante Naciones Unidas, Omar Hilale, distribuyó en Nueva York una declaración en la que destacaba «la valentía del pueblo cabil» en Argelia, que el régimen sumó a la lista de «agravios» con los que después argumenttó la ruptura de relaciones, junto a la decisión de Rabat de no negociar con el Frente Polisario y de establecer relaciones diplomáticas con Israel. EFE