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Meryem Ghoua
Mimunt Hamido (1961), es una activista musulmana, nacida en Melilla. Desarrolló su labor como divulgadora desde la plataforma “No Nos Taparán”, en la que dio voz a mujeres feministas de origen magrebí, algunas de ellas amenazadas de muerte por su actividad.
También es miembro de la junta directiva de la asociación MediterráneoSur, cuyo fin es la difusión y el conocimiento de la cultura mediterránea.
En un artículo publicado anteayer miércoles, Alejandro Luque dijo que Mimunt Hamido quiso rebelarse contra el velo islámico, o mejor dicho, el Hiyab que es parte de la vestimenta de la mujer musulmana, y que para la escritora es un elemento patriarcal que no forma parte de la tradición de Marruecos y hasta el momento son muy pocos los que escribieron algo al respecto.
«Había muy poco escrito al respecto, salvo algún ensayo de la argelina Wassyla Tamzali, a la que en España todavía no se la conoce como se debería y como siempre han hablado de nosotras de Najat El Hachmi», comentó Mimunt Hamido.
A través de «No nos taparán», Mimunt Hamido Yahia quiso gritar a todo el mundo que no se tapará el pelo ni se agachará y tampoco se acobardará. La autora quiso dar un golpe simbólico en los cajones de todos los imanes radicales puestos en fila, y otro golpe a todos los nacionalistas cejijuntos que confunden al moro con el fundamentalista y a la mora con su esclava hasta el punto de ser acusada de islamofobia, ya que se reveló lo que se supone «su cultura».
Mimunt Hamido en su ensayo «No nos taparán», lanza un alegato por la igualdad de las mujeres españolas musulmanas que denunció cómo las instituciones tratan desigualmente a las familias de ideología islamista, con la excusa de “proteger sus costumbres”, en lugar de defender su dignidad.
«En España si a una chica que se llama Mari Carmen su padre la casa con quince años, es inaceptable. Pero si la niña se llama Fátima y se casa con quince años, bueno, dicen que son sus costumbres y hay que respetarlas», criticó Mimunt.
Para la activista, el velo no es tan sólo un trozo de tela, es el freno que impide a las mujeres ser ciudadanas de pleno derecho y es un modo de decir al mundo que eres sumisa a las normas.
Mimunt llevó este tema hasta el punto de pensar que, según los demás, una chica de 15 años o más y no lleva el velo ¡puede que no sea virgen! Y se preguntó por la manera con la que podamos cambiar esta ley que predomina, sobre todo, en los países de África como el caso de Marruecos.
Cabe destacar, que últimamente surgió un movimiento de «feministas islámicas», concepto que para las primeras es un puro oxímoron y para Mimunt, mujeres a las que les han comido el coco, cómplices de ese patriarcado y también otras a las que les conviene engañarse, porque combatir contra el patriarcado es muy difícil, cada día más.
En fin, cada crítica por Mimunt Hamido puede ser repelida al grito de «islamofobia» y las consecuencias de rebelarse contra el velo pueden ser horribles.
«El patriarcado islámico actúa en círculos: familia, barrio, sociedad. Ser disidente puede suponer que tu familia deje de hablarte, quedarte sola y tener que empezar desde cero», afirmó la escritora y añadió hablando de los insultos y amenazas: «En redes somos pocas las que ponemos nuestro nombre y nuestra cara, porque pueden amenazarte de muerte, o llamar a tu familia para que te pongan firme. Es un precio tan alto que muchas acaban pensando que no merece la pena».