Rue20 en español/Rabat
Meryem Ghoua
La escritora marroquí Leila Slimani ganó el mes pasado el premio Llibrete con su novela «El país de los otros» publicada por la Editorial Angle en catalán y por la Editorial Voltaire en castellano.
La temática de esta novela fue inspirada de la abuela de la autora a finales de la Segunda Guerra Mundial. A través de la experiencia de la abuela, la autora pudo comprender cómo era la vida en Marruecos en esa época, concretamente los años 50.
«Yo existo gracias a la segunda guerra mundial”, dijo leila Slimani.
«El país de los otros» es la primera trilogía que dedicó Leila a la vida dura de las mujeres de su familia rifeña, en general, y la de su abuela que se casó con un soldado francés, en particular.
En su última novela, la escritora Slimani trazó un paralelismo entre el movimiento de liberación de Marruecos y el de las mujeres. Para llegar a la conclusión de que «sea como sea, al final, de una manera u otra, la mujer siempre es colonizada».
Leila subrayó el odio político que subyace en determinados discursos políticos. Para ello, evocó al partido ultraderechista Vox en España, así como otros partidos extremistas.
Slimani recuerda este discurso no es exclusivo de «un movimiento español, sino mundial, porque está el Brasil de Bolsonaro, la América de Trump, que aún existe e incluso en Francia Marine Le Pen se siente ahora reforzada».
Así entonces, «El país de los otros» es una saga familiar y un fresco histórico donde Leila hizo reflexiones que tienen relación con el racismo y la identidad. Es una novela que merece ser premiada.
Lourdes Venture en un ánalisis de «El país de los otros» describió la escritura de Slimani y subrayó que se caracteriza por la realización de unos retratos matizados y creíbles de los personajes femeninos y que su estilo de vida residió en cómo intentar mantener la dignidad de unas vidas perdidas en una tierra inhóspita y cruel.
La autora franco-marroquí tuvo también un tono de romanticismo y el alma de los personajes se desveló mediante una escritura donde la pasión y el amor encuentran su punto común.