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Ismail El Khouaja
Un país agrícola por excelencia se ha convertido en una potencia industrial emergente en dos décadas. Una nación que supo explorar las oportunidades industriales y tecnológicas, cuidando, asimismo, la agricultura como sector estratégico. Así es el Marruecos del rey Mohammed VI.
Para ello, el monarca velaba por poner el hombre correspondiente, experimentado en los negocios, en el cargo de Ministerio de Industria.
Moulay Hafid Elalamy, convertido en marca industrial por el acrónimo MHE, es el ministro de Industria, Comercio y Economía Verde y Digital que contó con la confianza no solo del monarca sino de la mayoría del pueblo marroquí, por su dilatada trayectoria y labor inconmensurable en convertir a Marruecos en uno de los gigantes del sector automóvil.
El MHE lleva el cargo del Ministerio de Industria desde 2013, y esto ya de por sí es un dato importante.
Los intercambios y convenios que firmó el MHE con los Coorporations del sector automóvil permitieron convertir a Marruecos en una potencia industrial en la región y África, una de las industrias prometedoras a nivel mundial.
De hecho, a pesar de la pandemia que afectó a varios sectores vertebrales de la economía marroquí, el sector automóvil está viviendo en otra galaxia, y ha logrado mantener su continuo desarrollo.
Esto se debe a la alta calidad que alcanzó la de Japón en cuanto a la fabricación de los coches se refiere, tal como lo afirmó el ministro en su visita al sitio STMicroelectonis Bouskoura, uno de los líderes mundiales en el mercado de semiconductores.
En cuanto a la fabricación, la venta de los coches nuevos en Marruecos rozó las 107.383 unidades, en los primeros siete meses de este año, registrando un aumento del 14,5% en comparación con el final de julio de 2019, según la Asociación de Importadores de Vehículos Automóviles en Marruecos (AIVAM).
En las estadísticas mensuales se constata que las ventas incluyen tanto los vehículos particulares, con 94.959 nuevas matriculaciones, en aumento de 12,89%, como los vehículos comerciales ligeros, con 12.424 unidades vendidas (28,49%), destaca la misma fuente.
El pasado febrero Elalamy indicó que el Reino tiene actualmente una capacidad de fabricación de 600.000 automóviles al año, y es uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo.
En cuanto a las exportaciones, la cifra llegó a los 42.330 millones de dírhams (MMDH) en el primer semestre de 2021, el nivel más alto durante el mismo período en los últimos cinco años, según informa la Oficina de Cambios.
De este modo, el sector de automóvil lidera la lista de los sectores en materia de exportación por un valor que supera 7 millares de dólares.
Cabe recordar que durante el lanzamiento oficial en Tánger, en mayo pasado, de los dos nuevos vehículos de la marca Renault, Nouvel Express y Nouvel Express Van, Elalamy dio a conocer que el sector del automóvil exportó 80 mil millones de dírhams en 2019 y aproximadamente el mismo importe en 2020, a pesar de la pandemia, señalando que la automoción es el primer sector de exportación de Marruecos.
La marca estadounidense de automóviles eléctricos del multimillonario Elon Musk, Tesla Motors, ha elegido, en junio, Marruecos para el abastecimiento, que sin duda llevará al país al radar de los fabricantes internacionales.
Cabe destacar que Marruecos apuesta fuertemente por la fabricación de los coches eléctricos gracias a STMicroelectronics Bouskoura, que fabrica chips electrónicos para los chinos, los japoneses y la empresa estadounidense Tesla.
Con ello, Marruecos se posiciona a escala mundial en el mercado emergente de los coches eléctricos.
«El futuro, sin duda, mira hacia la electrificación de los coches», dijo el ministro el 29 de julio a raíz de su visita al sitio STMicroelectronics Bouskoura.
Todo este desarrollo desató la ira de algunos países que ven con mal ojo la revolución industrial llevada a cabo por Marruecos a escala mundial.
Sin embargo, el MHE acepta el desafío al afirmar en la rueda de prensa que mantuvo el 29 de julio que: «Competir con Asia, por envidia, crea un problema para algunos, y personalmente me gustan esos problemas».