Rue20 en español / Rabat
Jamal Bourfissi
No es la primera vez que se producen tensiones entre Marruecos y Amnistía Internacional.
Marruecos ha denunciado anteriormente el prejuicio sistemático de la organización en su contra.
Hace un año, en julio de 2020, Marruecos denunció el «prejuicio sistemático y persistente» contra sus intereses por parte de Amnistía Internacional.
Un comunicado emitido por el gobierno anunció que el jefe del gobierno Saad Eddine El Othmani envió una carta a la organización denunciando la exposición del Reino a una «injusta campaña internacional de desprestigio» dictada por «una agenda que nada tiene que ver con la defensa de los derechos humanos».
El comunicado afirmó que el Reino «tomará las medidas necesarias para defender su seguridad nacional, así como para iluminar a la opinión pública nacional e internacional sobre estas acusaciones.
La respuesta marroquí se produjo después de que Amnistía Internacional dijera en su informe que las autoridades marroquíes habían utilizado el programa » pegasus» del grupo israelí «NSO», para espíar el teléfono móvil del periodista Omar Radi (un tribunal marroquí de Casablanca condenó recientemente al periodista a seis años de prisión por cargos de «espionaje» y «agresión sexual).
El asunto no se detuvo ahí, pero las autoridades marroquíes convocaron al director local de la organización y le pidieron que aportara pruebas de estas «acusaciones graves y maliciosas», sin recibir respuesta.
El comunicado del gobierno agregó que el reino fue «sometido a una injusta campaña internacional de desprestigio» dictada por «una agenda ajena a la defensa de los derechos humanos».
Denunció el «prejuicio sistémico, que persiste desde hace años, contra los intereses de Marruecos» por parte de Amnistía Internacional.
Hoy se repite el mismo escenario. Marruecos ha decidido entablar una demanda ante el Tribunal Penal de París contra las organizaciones “Forbidden Stories” y “Amnistía Internacional” por difamación, en base a lo revelado por un comunicado oficial emitido por el abogado Olivier Baratelli, designado por el Reino para dar seguimiento al caso.
Esta decisión se produce después de que las dos organizaciones acusaran a Marruecos de espiar utilizando el programa Pegasus.
El abogado Baratelli aclara que el estado marroquí decidió demandar a las dos organizaciones antes mencionadas para arrojar luz sobre las falsas acusaciones realizadas por ellas sin tener una sola prueba de condena contra Marruecos.
En ambos casos, Amnistía Internacional no pudo proporcionar pruebas para probar la validez de sus acusaciones contra Marruecos, lo que plantea dudas sobre su credibilidad.
La pregunta que surge con fuerza aquí es ¿por qué la organización insiste en hacer acusaciones falsas contra Marruecos? ¿Cuáles son los intereses que se derivan de ello?