Rue20 en español /Rabat
Jamal Bourfissi
Los medios argelinos vuelven a jugar la carta de los derechos humanos en el Sáhara marroquí en un intento desesperado para esconder el fracaso de la diplomacia argelina y las crisis internas.
El diario argelino “El Khabar” reportó una vieja historia que pretendía darle un nuevo aire, relacionada con la solicitud de la organización de Amnistía Internacional al Consejo de Seguridad de la ONU de agregar el tema de los derechos humanos a las competencias de la Misión de las Naciones Unidas en el Sáhara marroquí (MINURSO).
Para darle un toque especial a su artículo, el periódico inventó una justificación para esta extraña demanda, a la que llama la necesidad de monitorear la situación de los derechos humanos en el Sáhara marroquí a la luz de «las crecientes violaciones contra los ciudadanos en esta región marroquí».
Jugar la carta de los derechos humanos es un viejo juego del régimen militar argelino que viola a diario los derechos del pueblo argelino, y que recurrió a reprimir a los manifestantes del Hirak (Protestas populares contra el régimen militar) y a encarcelar a cientos de ellos.
Argelia arrestó a muchos jóvenes del movimiento del Hirak y los sometió a torturas en sus cárceles. No ha respetado la voluntad del pueblo argelino, que lleva años pidiendo un cambio de régimen.
Argelia detiene a miles de ciudadanos marroquíes en los campamentos de Tinduf, que viven en condiciones duras e inhumanas.
Este país no es digno de confianza y respeto porque pisotea la dignidad del ciudadano argelino y viola diariamente sus derechos fundamentales.
Este país, en el que los activistas de derechos humanos están tras las rejas no está calificado para dar lecciones a Marruecos en el campo de los derechos humanos.
Las transformaciones que Marruecos ha conocido desde hace más de tres décadas, en el campo de la democratización y los derechos humanos, son demasiado grandes para justificarlas, están presentes y son tangibles, según el testimonio de la comunidad internacional.
Marruecos no necesita lecciones de nadie en este campo. No es posible para una persona cuerda imaginar que un régimen militar ruinoso pueda enseñarle lecciones a Marruecos en el ámbito de los derechos humanos, dada la gran diferencia entre la situación de los derechos humanos en Marruecos y Argelia.
No es necesario recordar que el control de los derechos humanos en el Sahara marroquí no es competencia de la MINURSO. El mandato de la Misión de la ONU en el Sahara se limita a monitorear el proceso de alto el fuego.
En el pasado, el frente separatista, a instancias de Argelia, intentó utilizar la carta de control de los derechos humanos en el Sáhara marroquí para encubrir sus crímenes y graves violaciones de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf, y después de no hacerlo, abandonó esta demanda.
Hoy, tras las victorias conseguidas por Marruecos al conseguir el apoyo internacional para su primera causa nacional, defendiendo su soberanía territorial y derrotando la tesis del Polisario y Argelia, especialmente después de que Estados Unidos reconociera la marroquinidad del Sáhara, parte de los medios de comunicación argelinos está tratando de plantear la cuestión de los derechos humanos en el Sahara, en un intento desesperado por encubrir el fracaso de Argelia en defender la república ficticia y movilizar apoyo para ello. Es realmente un intento desesperado.